irun – El Pleno del Ayuntamiento de Irun dio luz verde el pasado mes de abril al convenio urbanístico para reordenar los suelos industriales de la planta de Recondo de la multinacional francesa Brioche-Pasquier, en Azken Portu. El objeto del convenio era la modificación de la calificación urbanística de los suelos para que pasen a ser de usos libres y residenciales, abriendo la puerta a un desarrollo urbanístico en un área de 6.000 metros cuadrados del ámbito.
Ya durante la sesión plenaria de abril la decisión de aprobar el convenio suscitó controversia en el seno de la Corporación, pues solo los grupos que forman parte del Gobierno de coalición, el socialista y el de Elkarrekin Podemos-IU, votaron a favor del planteamiento, con el rechazo del PNV y de EH Bildu, y la abstención del PP.
Pero estos grupos políticos de la oposición irundarra no son los únicos actores que han mostrado reticencias a la hora de asumir el proyecto. La plataforma ciudadana ecologista Artiako Lagunak también se ha posicionado en contra del proyecto, señalando los perjuicios medioambientales que un desarrollo urbano de este tipo ocasionaría en la orilla del río Bidasoa, y presentó un recurso de reposición contra el convenio durante la última sesión plenaria del ayuntamiento, la de noviembre. Dicho recurso fue desestimado y, por tanto, el convenio ya da vía libre a la recalificación de los suelos de Recondo.
Ante esta situación, el grupo local del PNV ha querido reiterar su postura con respecto a esta actuación, pidiendo al Gobierno local una vez más que encomiende a los servicios técnicos del área de Urbanismo a que busque fórmulas que permitan viabilizar "un proyecto más adecuado para la zona que el de construir 200 viviendas", utilizando para ello las herramientas urbanísticas que fuesen necesarias.
El grupo jeltzale ya planteó esta misma solicitud durante el pleno de noviembre, proposición a la que el delegado de Urbanismo, Miguel Ángel Páez, respondió con las siguientes palabras: "No intentemos echar balones fuera, como si las herramientas urbanísticas nos fuesen a sacar de esta cuestión". Esta respuesta no dejó al grupo jeltzale satisfecho "en absoluto", pues desde el grupo consideran que las palabras del delegado dejan "preguntas en el aire", cuestiones que los jeltzales creen que el Gobierno debería aclarar para que la ciudadanía irundarra conozca su postura con respecto al desarrollo de Recondo.
"¿El Gobierno ha trasladado la instrucción a nuestros servicios técnicos de buscar alternativas, o por el contrario, echa la toalla y no va a estudiar posibles alternativas diferentes a la que se recoge en el convenio, de llevar a cabo la construcción de 200 viviendas?", plantean desde el PNV.
Así, la formación considera que lo ideal sería que, llegado el momento del debate de la tramitación urbanística, todos los grupos políticos del Ayuntamiento tuvieran varias alternativas sobre la mesa para Recondo, o que al menos, se hiciera un intento por explorar otras opciones a través de un estudio.
A pesar del coste de los estudios de alternativas para las operaciones urbanísticas, los jeltzales de Irun consideran que merece la pena estudiar las posibles opciones para la parcela de Recondo. Por ello, han vuelto a solicitar al Gobierno que busque alternativas viables a la construcción de 200 viviendas, "que sean más acordes a ese entorno privilegiado del Bidasoa".