El presunto pacto entre UPN y el PSN, por el que la primera formación facilitaría la aprobación de la reforma laboral en el Congreso a cambio del apoyo de los socialistas al Gobierno regionalista en el Ayuntamiento de Iruñea, ha provocado un serio rapapolvo del PNV, que como parte de la coalición Geroa Bai se erige en apoyo de María Chivite al frente del Gobierno de Nafarroa. La presidenta socialista debe "apostar claramente por los socios de investidura frente a otras tentaciones", han advertido los jeltzales.
"Creemos que EAJ-PNV y nuestra coalición Geroa Bai somos socios más fiables para defender los intereses de la Comunidad Foral, tanto en Madrid como en Navarra", añaden en un comunicado. El acuerdo bajo la mesa entre socialistas y regionalistas, nunca aclarado del todo, saltó por los aires por la rebelión de los dos diputados de UPN en el Congreso, que votaron en contra de la reforma laboral en el convulso pleno del jueves de la semana pasada. Pese a ello, esta medida salió aprobada, en el tiempo de descuento y de penalti.
El escándalo ha sido mayúsculo y se ha saldado con un pulso entre UPN y sus dos diputados que aún tiene que ofrecer muchos capítulos. La intrahistoria de esta supuesta compra de voluntades ha acabado llegando a los socios del PSN en el Gobierno navarro. El PNV ha escenificado hoy la gravedad de la situación con la reunión que han mantenido en Iruñea una delegación del EBB, formada por el presidente del partido, Andoni Ortuzar, y la burukide Mireia Zarate, y la cúpula del Napar Buru Batzar, encabezada por el presidente del NBB y del Parlamento Foral, Unai Hualde.
Mayoría estable
En un duro comunicado, los representantes jeltzales han expresado su "preocupación" como consecuencia de "los posibles acuerdos existentes entre PSN y UPN que desconocemos". Añaden que es "incomprensible que el PSN haya optado por buscar apoyos a cualquier precio con UPN, antes que por ahondar en una solución para salvaguardar la prevalencia de los convenios autonómicos, como exigimos, de forma transparente y dialogada".
El NBB y el propio Andoni Ortuzar entienden que por responsabilidad y coherencia política cobra "más sentido que nunca la búsqueda de consensos con los socios frente a experimentos Frankenstein como el vivido la semana pasada en Madrid y Pamplona". "Que vuelvan la mirada a los socios que garantizan una mayoría estable", sentencian.
Tras advertir de que "cuando las cosas no se enseñan en público y hay diferentes versiones se generan desconfianzas", reivindican "ejercer la política con transparencia, lealtad y convicción de aquello que defendemos de forma coherente. Justo todo lo contrario a lo visto y vivido en la chama UPN-PSN".