Los estatutos del PNV establecen que la Asamblea General del partido tiene que celebrarse cada cuatro años y se tiene que convocar con seis meses de antelación para que las organizaciones municipales puedan realizar los preparativos. Hace cuatro años, en pleno coronavirus, la Asamblea Nacional del PNV designó a sus actuales burukides en diciembre de 2020, pero no pudo hacerlo en el marco de la Asamblea General, que se tuvo que celebrar más tarde, en noviembre de 2021. Hace semanas, el PNV deslizó que en julio se concretaría la fecha y, por ahora, sigue disponiendo de margen para realizar el anuncio. Sin embargo, en el escenario político vasco se ha instalado cierta expectación por conocer si Andoni Ortuzar y los actuales burukides seguirán al frente tras la amplia renovación de las candidaturas electorales en un contexto de auge de EH Bildu. Ayer martes, tras la ronda con el lehendakari Pradales, Ortuzar volvió a dejar caer que este mes habrá noticias y que la fecha y el lugar de la asamblea se conocerán ya. El jeltzale aseguró que el EBB ha celebrado ya dos sesiones monográficas sobre el proceso interno, y que es importante hacerlo bien. En este contexto, parece que el PNV ha estado tomándose su tiempo para calibrar el riesgo de unas elecciones generales en pleno proceso.
Este mes no está previsto que se conozca si se presentan a la reelección los actuales burukides. Ortuzar ha insistido en numerosas ocasiones en que los cargos internos son obligatorios en el PNV, de manera que no se trataría tanto de que uno se presente, sino de que otros lo pueden postular. Hasta la fecha, no ha querido entrar a detallar si percibe o no pulsión de cambio.