El PNV ya está en otra pantalla aunque sigan coleando las especulaciones sobre la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Los jeltzales han iniciado el curso político con un ejercicio de claridad para que dejen de circular rumores sobre su posición con ánimo de quemar a sus filas. El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, ha descartado este viernes de manera categórica e irreversible que su partido respalde la investidura del popular porque, aunque se diga que Vox no estará en el Gobierno ni en la ecuación política, condicionará la actividad legislativa y es “un elefante en medio del pasillo que no pueden esconder por mucho que quieran”. Y realizó un ejercicio de pedagogía frente a quienes critican esta posición en la creencia de que el PNV se escora a la izquierda: el debate para Sabin Etxea nunca ha estado en el eje izquierda-derecha, sino en la defensa de Euskadi y la democracia. Y, en ese sentido, cree que la partida que se debe jugar ahora es la apertura de un proceso de diálogo que amplíe el autogobierno de Euskadi y la reconozca como nación. Y la “necesidad política” de Pedro Sánchez puede abrir esa ventana porque, a diferencia de la anterior legislatura, necesita sí o sí al PNV y no ha ganado las elecciones.
Ortuzar ha lanzado estos mensajes en el tradicional acto de apertura del curso celebrado en Zarautz, al que se acercaron más de 800 personas, y donde también han tomado la palabra el presidente del GBB, Joseba Egibar, y la integrante de EGI Nerea Eguren. Ortuzar avisó de que el EBB dejó “muy clara su posición el 24 de julio”. “Y de ahí no nos vamos a salir. Ahora hay mucha gente preocupada en Madrid –aquí menos, pero alguno parece que hay– porque el PNV se está peligrosamente rodeando de amistades izquierdosas. Pero tanto los que nos querrían llevar a su redil de derechas, como los que sinceramente están preocupados por la situación actual del partido y por nuestro posicionamiento en ese falso eje derechas-izquierdas, deben saber que el PNV está donde ha estado siempre. Euskadi y democracia son los dos ejes del PNV. Lo fueron en la República, en la Guerra Civil, en el exilio, en la Transición, en la lucha contra ETA, en la búsqueda de más y mejor autogobierno para la nación vasca. Por tanto, ni izquierda ni derecha: Euskadi y democracia. Autogobierno y progreso”, zanjó.
Estas declaraciones llegan tras varias semanas de presión por parte de los ámbitos de la derecha española hacia el PNV para que reconsidere su negativa al PP. Esos ámbitos también han utilizado el artículo que publicó en este periódico el exdiputado general de Bizkaia, Alberto Pradera, un artículo donde rechazaba un Gobierno español con presencia de Vox pero también de Sumar, y destacaba que la ultraderecha no iba a estar finalmente en el Ejecutivo. Se ha tratado de proyectar la idea de que hay contestación interna. Ortuzar ha repetido este viernes que el 24 de julio dejaron clara su posición y que el PNV no iba a dar su apoyo “ni efectivo ni tácito a un Gobierno involucionista”.
Avisó de que el apoyo de Vox sería necesario para aprobar las leyes y son “sucesores de quienes se alzaron contra la democracia y de quienes mataron a miles de gudaris”. Y, de todos modos, incluso dejando al margen a Vox, recordó que el PP ha tenido una “línea durísima contra cualquier modificación del modelo de Estado y del reconocimiento nacional de Euskadi y Catalunya”, y “en temas sociales”. “Ahí no están ni Euskadi ni la democracia: por lo tanto, tampoco puede estar el PNV”, sentenció.
La ventana de oportunidad
Para el PNV, la partida que se juega ahora es “que se abra de verdad un proceso de diálogo político que permita avanzar en el autogobierno y en el progreso para nuestro país”, hacia su libertad. “Y lo vamos a intentar con todas nuestras energías y toda nuestra capacidad política”, dijo Ortuzar. ¿Pero qué le hace pensar que se vaya a conseguir ahora lo que no logró el PNV en la anterior legislatura, donde arrancó a Sánchez un compromiso en el pacto de investidura que no se cumplió? La clave es que la mayoría de Sánchez, si logra ser investido, va a ser raspada y necesita a todos los socios, al contrario de lo que sucedía antes.
“Ya vaticiné que entre las elecciones generales y las vascas [el año que viene, como muy tarde en junio] podría abrirse una ventana de oportunidad para avanzar. Esa ventana podría estar aquí ahora. La tenemos que intentar abrir. Durante la pasada legislatura le reclamamos al Gobierno de Sánchez voluntad política para hablar del reconocimiento nacional de Euskadi y de las otras naciones. Esa voluntad política no se dio. Ahora hay necesidad política. Necesidad política de Sánchez, que no debe olvidar que no ha ganado las elecciones y que, para mantenerse en La Moncloa, precisa del apoyo vasco y catalán; y necesidad política de Euskadi y Catalunya para avanzar en nuestro autogobierno singular y que se nos reconozca como naciones. Convirtamos esa necesidad política mutua en voluntad política para acordar los cambios y políticas necesarias”, alentó.
Pidió “más y mejor autogobierno para una nación vasca reconocida, que ponga en manos de vascas y vascos la capacidad de construir un futuro de prosperidad, bienestar y libertad”. Cree que el PSOE tiene una “oportunidad histórica” que puede democratizar “aún más” el Estado. Admitió que es difícil, y situó en el capítulo de los escollos la manera en que Bildu “mintió” negando la invasión competencial de la Ley de Vivienda, que ahora también recurre ERC.
"Huelgas con fines políticos"
Andoni Ortuzar lanzó también un mensaje en clave doméstica en un momento en el que las diputaciones forales acaban de comenzar su andadura tras las elecciones, y también en puertas de que el Gobierno vasco termine su legislatura. El presidente del EBB del PNV cree que hay que dar un acelerón a la gestión pública garantizando los servicios públicos, y que queda mucho ámbito de mejora. Alertó sobre las “huelgas con fines políticos” cuyo objetivo sería “tensionar a la sociedad y que se vuelva contra las instituciones”.
Sus declaraciones llegan poco después de que LAB vaticinara un otoño con mayor conflictividad laboral por el poder adquisitivo de los trabajadores, y después de que vaticinara que le puede pasar factura electoral al Gobierno vasco si no toma cartas en el asunto. “Algunos amenazan con huelgas preventivas. Aún no saben por qué, pero ya han anunciado huelgas. Son claramente huelgas con fines políticos, y su objetivo es tensionar a la sociedad y que se vuelva contra las instituciones. Habrá que hacerles frente y desenmascararlos en sus verdaderas intenciones”, avisó.
Llamada a acudir al Alderdi Eguna del día 24
Añadió que habrá trabajo en positivo para sacar leyes como la de Educación y la de Transición Energética, o para articular medidas para Osakidetza o el sistema de cuidados y el paro. En esta complicada situación, llamó a acudir el día 24 a Foronda para celebrar un Alderdi Eguna “especial” y ante los tiempos “duros” que vienen. “Necesitaremos todas las energías”, llamó.
Autocrítica y libre decisión
El presidente del GBB, Joseba Egibar, por su parte, analizó el retroceso electoral del PNV y situó entre las principales causas la pérdida de los valores comunitarios, que son claves para un partido abertzale. Habló de comodismo, una mezcla entre la comodidad por creer que las cosas marchan bien, y el egoísmo, la importancia del yo y no de la comunidad. Apostó por marcar un rumbo y, si las cosas se hacen mal, reconocerlas.
También quiso lanzar un toque de atención a Sánchez, a quien avisó de que el voto útil que recibió en Euskadi y Catalunya exige respuesta y, si no hace esa lectura, “su lectura no será correcta”. Puso sobre la mesa un cambio de paradigma porque no se trata de acordar en España, sino “con España”, entre dos sujetos. Dijo que el PNV no reclama el derecho a encajar Euskadi en España, sino que exige “respeto y reconocimiento como pueblo, y una nueva relación política desde la libre decisión y el reconocimiento mutuo”.