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El PNV exhibe sus 80 años de europeísmo frente a los "conversos" que se lo disputan

Recuerda que Euskadi ya tiene delegación oficial, frente al intento de Barrena de presentarse como "embajador". Reivindica su pacifismo
El presidente del EBB, Andoni Ortuzar. / EP

Llevaba días mordiéndose la lengua, hasta este lunes. Desde que arrancó la campaña de las elecciones europeas de este domingo, EH Bildu ha restado trascendencia a la representación del PNV en Bruselas y Estrasburgo y ha tratado de dar un mayor empaque a la suya. Ha deslizado en sus mítines que algunos que se presentan como la voz vasca en Europa (en una alusión velada al PNV) ejercen una labor de mera representación, mientras que su candidato Pernando Barrena se presenta a los comicios con la vocación de ser el “embajador” vasco en el Europarlamento. Ante el riesgo de que se haga borrón y cuenta nueva con la trayectoria de institucionalización de Euskadi y el papel desempeñado por los jeltzales, el PNV decidió responder este lunes de manera explícita y directa recordando que Euskadi ya tiene una embajada, en referencia a la delegación del Gobierno vasco en Bruselas que opera desde el año 1996 y que peleó el PNV ante el Tribunal Constitucional, y reivindicó el europeísmo jeltzale desde los tiempos del lehendakari Agirre. Todo ello, frente a una izquierda abertzale que “hace tres días” censuraba “la Europa de los mercaderes”, denunció Andoni Ortuzar. 

En un acto en Gernika-Lumo, el PNV puso en valor sus “80 años” trabajando por una Europa “en paz” y que traerá la “libertad” del pueblo vasco. Ortuzar aprovechó el escenario para asegurar que “pocos sitios habrá en Europa” que permitan explicar la finalidad del proyecto europeo como Gernika, ya que la Unión tenía por objeto una paz duradera e impedir que se repitiera “lo que trágicamente había vivido Gernika, y que fue el preludio de la feroz segunda Guerra Mundial”. Su objetivo era “ser agente de paz, de prosperidad y de justicia social”, y el jeltzale reivindicó al PNV como un partido que quiere una Europa “en paz, en la que Euskadi reafirme su identidad nacional”.

“Nuestros mayores, el lehendakari Agirre, Landaburu, Irujo, Leizaola… participaron e incluso acogieron en la sede del Gobierno vasco en París algunas de las reuniones que sirvieron como germen de lo que hoy es la Unión Europea. Ellos veían en ese embrión europeo la solución a la falta de libertades democráticas y nacionales que vivía nuestro país bajo la dictadura franquista”, explicó, para añadir que han pasado ochenta años y se ha logrado mucho en Europa, que la apuesta fue correcta y que la “libertad de Euskadi vendrá desde Europa y con Europa”.

“Siempre hemos estado ahí. Ahora llegan otros a querernos disputar ese papel. Bienvenidos sean si su ánimo de verdad es favorecer esa Europa unida en la que hasta hace tres días no creían. Pero, como decía Irujo: los conversos, a la cola. Resulta que ahora son ellos los que van a mandar un embajador vasco a Bruselas. Ahora, en 2024. Euskadi tiene embajada en Bruselas, tiene delegación oficial en Bruselas, desde hace treinta años. Tras un largo pulso con el Gobierno español, en que el Tribunal Constitucional nos dio la razón, conseguimos que la presencia del Gobierno vasco tuviera rango de delegación oficial. Y la actual sede se inauguró un 6 de febrero de 1996. Allí estaba el lehendakari Ardanza, en Bruselas, dispuesto a lanzar aquella delegación como un símbolo de Euskadi en Europa y en el mundo. ¿Y que pasó? Unas horas antes de la inauguración, ETA mató al socialista Fernando Múgica Herzog en Donostia. El lehendakari tuvo que regresar a toda prisa a Donostia, y el acontecimiento nos proyectó de una forma totalmente distinta a la que queríamos. No solo eso: los que nos quedamos en Bruselas, además, tuvimos que hacer frente a una manifestación de protesta violenta de un grupo de la entonces Herri Batasuna que quisieron reventarnos la ceremonia de inauguración. Esa fue la aportación de este mundo al lanzamiento de la embajada en Bruselas”, lanzó.

"Gato por liebre"

Ortuzar destacó la trayectoria del PNV frente a “los palos en las ruedas que le pusieron y le han puesto hasta hace nada los que ahora quieren ser embajadores de Euskadi”. Este intento de dar “gato por liebre” lo extendió al PP, que se presenta como el garante del futuro de Europa explorando alianzas con la ultraderecha, algo “incompatible”; el PSOE, que “se presenta como la alternativa zurda, pero han coincidido con el PP en más del 80% de las votaciones” en Europa; y añadió que Podemos y Sumar están en grupos que reúnen a formaciones antieuropeas.

Daño injusto

El lehendakari Urkullu, por su parte, apostó por un discurso humanista recordando el sufrimiento vivido por víctimas de distintos países y violencias. Destacó que el PNV acertó al emprender el camino de la institucionalización de Euskadi, haciendo frente al fascismo y la dictadura, diciendo que no al terrorismo y defendiendo las vías democráticas; y apostando por los derechos históricos, el Concierto Económico y el Estatuto de Gernika. Tras recordar el bombardeo sobre Gernika, lamentó el padecimiento de otros lugares como Ucrania y Gaza y a todos aquellos que han vivido un “sufrimiento injusto”, del terrorismo de ETA, del franquismo o de cualquier otro tipo de violencia. Por otro lado, apostó por ensanchar el autogobierno para una relación bilateral con el Estado.

La candidata Oihane Agirregoitia desgranó el programa para la defensa de los derechos humanos, pero también se refirió al ámbito de la energía y puso en valor que fue el PNV quien propuso el desacople del gas del precio de la luz. Apoyó la producción de baterías en Europa y el corredor vasco del hidrógeno, entre otras medidas.

04/06/2024