El PNV se ha desplazado este miércoles hasta el Árbol de Gernika para presentar su programa para las elecciones municipales y forales del 28 de mayo y reivindicarse como el partido que defiende la gestión cercana, desde Euskadi, con sus propias herramientas y sin tutelas del Estado. Con ese espíritu, el programa del PNV quiere sacar todo el jugo posible al autogobierno fiscal que le brinda el Concierto Económico, con el doble objetivo de atraer inversiones y garantizar los recursos necesarios para mantener las políticas públicas. En estas elecciones están en liza las Juntas Generales, las instituciones competentes para decidir los impuestos.
El PNV se presenta a los comicios con un programa para gobernar durante los próximos cuatro años, de 2023 a 2027, un periodo de tiempo que cree que será decisivo para el futuro porque habrá que afrontar desafíos como el cambio climático, la transición energética o el reto del envejecimiento de la población. El programa que ha presentado este miércoles en la Casa de Juntas de Gernika trata de dar respuesta a esos retos y, al mismo tiempo, de hacerlo "sin que nadie se quede atrás", en una Euskadi solidaria. Ese doble objetivo lo encarna la fiscalidad que plantean los jeltzales, que quiere sacar chispas al Concierto Económico para generar un entorno favorable para las inversiones, como llave para la creación de empleo. Se propone desarrollar "incentivos fiscales" que atraigan la inversión, que favorezcan la creación de empleo y el emprendimiento, que atornillen los centros de decisión de las empresas en Euskadi, y que respondan al reto climático, digital y demográfico y garanticen los servicios sociales.
Estas son unas pinceladas iniciales a la espera de la negociación con los grupos, y particularmente con el PSE, para aprobar los cambios fiscales en las Juntas Generales, que son las competentes. También propone seguir incidiendo en las deducciones fiscales en materia de vivienda para que los jóvenes puedan acceder a ella de manera asequible. De hecho, la vivienda tiene su propio apartado en el programa, donde se apuesta por "regular las viviendas turísticas para evitar que un crecimiento descontrolado" afecte a la convivencia en los barrios, una apuesta a la que no se renuncia a pesar de las limitaciones y de que el Gobierno español se opusiera a habilitar la percha que le pedía el PNV en la tramitación de la Ley de Vivienda estatal para regularlo desde las ordenanzas municipales con mayor agilidad y sin trabas de los tribunales.
El programa insinúa la creación de algún nuevo tipo de garantía para el acceso a la vivienda de sectores vulnerables y graba en piedra el compromiso del PNV: dice que es "indispensable garantizar el derecho subjetivo a la vivienda de toda la ciudadanía vasca", un derecho subjetivo que se contiene en la Ley vasca de Vivienda de 2015 y donde la oposición había llegado a cuestionar el compromiso jeltzale con su despliegue a pesar de las cuatro décadas de gestión pública que ha reivindicado el partido de Sabin Etxea.
El programa lo ha presentado el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, acompañado por Elixabete Etxanobe (candidata a diputada general de Bizkaia), Juan Mari Aburto (candidato a la Alcaldía de Bilbao), Eider Mendoza (Gipuzkoa), Eneko Goia (Donostia), Ramiro González (Araba) y Beatriz Artolazabal (Gasteiz). Se ha escogido el escenario de las Juntas de Gernika para proyectar que el autogobierno está ligado al bienestar, para defender las capacidades vascas frente a las leyes recentralizadoras del Estado, y para solemnizar el compromiso con la ciudadanía que supone este programa. Bajo el lema Aurrera, batera, se detallan compromisos en ocho ámbitos: para unos pueblos, ciudades y territorios competitivos, sostenibles y saludables, solidarios, con igualdad entre mujeres y hombres, con ocio y cultura, seguros, con una gestión abierta, y que colaboran y trabajan en red. Este programa enlaza con el autogobierno y la identidad, con la idea de que las comunidades que tienen un sentimiento de pertenencia son las que generan entornos más solidarios, y se apela también a la autonomía del Concierto Económico o a las políticas sociales y de vivienda realizadas desde Euskadi, y al modelo propio de desarrollo humano sostenible del PNV.
Competitividad empresarial
En este capítulo, el PNV apuesta por mantener el perfil industrial vasco, pero con una modernización para dar peso a la industria 4.0, la inteligente y la que cuida del medio ambiente, pero también que tiene un compromiso social. Aquí el PNV deja su propio sello al presentarse como el garante de que la empresa se sienta acogida y no tenga la sensación de haber llegado a territorio comanche, una apuesta que lo diferencia de las tensiones entre la izquierda abertzale y determinados proyectos en los municipios. Las instituciones del PNV seguirán manteniendo unas "condiciones de entorno favorables a la inversión y el desarrollo económico", simplificarán los trámites sin perder de vista los requisitos medioambientales, y adaptarán la arquitectura fiscal al desarrollo de "incentivos fiscales que favorezcan la reinversión, atraigan nueva inversión y faciliten la creación de empleo de calidad".
"Desde el PNV nos comprometemos a profundizar en las modificaciones tributarias introducidas en los últimos años para fomentar el emprendimiento", pero también se replanteará la arquitectura fiscal actual basada en la tributación de las rentas del trabajo y del capital para adaptarla al mayor peso de la economía digital, para hacerla competitiva a nivel europeo.
Se apuesta por las soluciones de financiación para reestructurar las empresas viables, programas de formación, y aprovechar el potencial de la compra pública innovadora para que los municipios sean espacios de experimentación.
En materia de turismo, el programa se compromete a regular los pisos turísticos. "Regularemos las viviendas turísticas para evitar que un crecimiento descontrolado de las mismas afecte a la identidad y convivencia en los barrios más emblemáticos de nuestros pueblos y ciudades". Desde Donostia, Eneko Goia ya anunció la suspensión de nuevas licencias para hoteles y pisos turísticos mientras cambia la normativa.
Pueblos sostenibles
Sobre la sostenibilidad, el punto clave del programa lo marca la intención de eliminar "gradualmente" la dependencia de los combustibles fósiles mediante el despliegue acelerado de las energías renovables, ya sean parques eólicos terrestres y marinos o parques fotovoltaicos, hidrógeno, geotermia, olas y biomasa. Para ello, y ahí viene la propuesta nuclear, el PNV propondrá "cambios de la normativa urbanística necesaria para la implementación de nuevos proyectos". Teniendo en cuenta que este asunto siempre es delicado (en el caso de la izquierda abertzale, ha habido un giro permitiendo los parques eólicos en determinadas circunstancias, pero se sigue alegando una afección al paisaje), el PNV ofrece un guiño al apostar por "dar cauce a herramientas que permitan la participación de la ciudadanía en la transición energética". Defiende también la idea de las comunidades energéticas locales.
Otra de las propuestas determinantes del programa tiene que ver con la movilidad en coche dentro de las ciudades. El PNV aboga por incrementar la flota de autobuses urbanos y vehículos de los servicios municipales no contaminantes, y desarrollará la fórmula para "limitar el acceso a las zonas urbanas bajas en emisiones de determinados vehículos que no utilicen combustibles alternativos o que sobrepasen determinados niveles de emisión". Habrá nuevas zonas peatonales y carriles bici.
Solidaridad
En este capítulo, cobran fuerza argumentos como la emancipación de los jóvenes y la vivienda, donde se insinúan nuevas prestaciones. Tanto, que el PNV dice que es "indispensable garantizar el derecho subjetivo a la vivienda de toda la ciudadanía vasca", un derecho subjetivo que se contiene en la Ley vasca de Vivienda de 2015 y donde la oposición cuestionaba el compromiso jeltzale para su despliegue. El programa se compromete a contribuir a "movilizar vivienda vacía", poner en marcha "nuevos servicios de apoyo como programas de garantías públicas que posibiliten el acceso a la vivienda a las personas con menos recursos", y reforzar los incentivos fiscales y las ayudas directas a la rehabilitación de edificios y viviendas.
El PNV dice que se precisan políticas específicas de emancipación que incluyan "el alquiler fiscal, deducciones fiscales y ayudas para el acceso a la vivienda o renta de garantía de ingresos", para que los jóvenes puedan acceder a una vivienda asequible y en su entorno.
Por otro lado, el programa defiende el impulso de la garantía infantil para dar cobertura a las necesidades básicas y los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes colaborando con el Gobierno vasco para el desarrollo de la misma, lograr la autonomía de las personas mayores y su permanencia en el entorno que prefieran y, para los migrantes, un modelo de acogida que combine los esfuerzos de las instituciones con el saber hacer del tercer sector para lograr una integración en comunidad y buscar empleo a estas personas.
Igualdad efectiva entre mujeres y hombres
Se aboga por profundizar en la conciliación, programas de empoderamiento y también en el ámbito laboral.
Ocio y cultura
El programa apuesta por potenciar el euskera, apoyar a las asociaciones culturales locales y descubrir otras culturas, mejorar la dotación de infraestructuras de ocio y deporte, y utilizar el euskera en la gestión interna de las instituciones y en la relación con la ciudadanía.
Seguridad
El PNV se propone facilitar el relevo generacional en las plantillas de la Policía local, impulsando la incorporación de la mujer, y una mayor presencia policial en zonas conflictivas. Sobre la violencia machista, se impulsará el sistema EBA de expediente único para brindar una protección adecuada a la mujer víctima de las agresiones. Se prometen nuevos medios aéreos de extinción de incendios.
Gestión abierta y eficiente
El PNV se propone poner en marcha la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la ONU, y mejorar los sistemas de integridad institucional. En ese sentido, se aprobarán planes de Gobierno que incluyan compromisos e indicadores de evaluación concretos y transparentes, sistemas de rendición de cuentas y una dimensión para la participación ciudadana a la hora de rendir esas cuentas. Se anuncian procesos de estabilización del empleo público temporal y un relevo generacional, así como el rigor presupuestario para cuando vengan mal dadas, pero manteniendo al mismo tiempo un buen nivel de servicios públicos.
Sobre la fiscalidad, el programa dice que debe dar respuesta al reto de mantener y mejorar el Estado de Bienestar y también reforzar la competitividad. Cree que el pilar es la industria y, para ello, plantea dar seguridad jurídica al sector económico apuntalando los centros de decisión en Euskadi, la rapidez y la eficacia en los incentivos fiscales para acompañar a los nuevos proyectos, atraer a personas y proyectos científico tecnológicos, y afrontar retos como el clima y la transición digital. Todo ello, con un sistema fiscal basado en la "equidad, progresividad y justicia".
Trabajar en red
El método para desplegar todos estos objetivos será la gobernanza colaborativa, a través del Consejo Vasco de Políticas Públicas Locales, pero también en foros con el sector privado. La experiencia Etorkizuna Eraikiz de Gipuzkoa se considera positiva y se extenderá a otros territorios y municipios.
Candidaturas
El PNV reivindica la "capacidad y profesionalidad" de sus candidatos, que desarrollarán su trabajo con "integridad, ejemplaridad e imparcialidad" y con arreglo al Código Ético y la rendición de cuentas. Esta mención llega con la oposición tratando de buscar el desgaste por los hipotéticos casos de puertas giratorias en la Administración general vasca, o por el caso De Miguel.