El Gobierno español no ha movido ficha todavía para mantener el año que viene el descuento en el precio del transporte público autonómico, pero el PNV no arroja la toalla. Todavía queda una última oportunidad. El grupo que lidera Aitor Esteban en el Congreso de los Diputados preguntará dentro de dos semanas al Gobierno español por esta cuestión para mantener la presión, una pregunta que probablemente se producirá en el pleno del 14 de diciembre en vista de que la próxima semana es inhábil a esos efectos por el puente de la Constitución española. Se da la circunstancia de que la pregunta coincidirá en el tiempo con la recta del fin de año, el momento en que el Gobierno español suele aprobar una última batería de decretos donde, para el PNV, aún se puede incorporar la prórroga de los descuentos.
El PNV ya se ha comprometido a mantener su parte, el 20% del descuento en las ayudas. Pero fue el Gobierno de Pedro Sánchez quien puso en marcha la medida este año asumiendo un 30% de la bonificación y pidiendo a las comunidades que aportaran con sus propios recursos un 20%, hasta alcanzar el 50%. En el caso de que el Estado renunciara ahora a mantener su compromiso con el 30%, el PNV estaría dispuesto a asumir también la parte que corresponde al Gobierno español.
¿A qué se debe entonces la polémica? La medida tendría un coste de unos 72 millones para Euskadi, un dinero que podrían asumir las arcas vascas recurriendo a vías de financiación, pero fue el Estado quien echó a rodar la pelota del descuento y ahora deja la patata caliente a las comunidades. En este sentido, el Gobierno español se ha encontrado con una bolsa de 20.000 millones de ingresos extra por la inflación y las nuevas figuras impositivas, un dinero que supera con creces la totalidad de los Presupuestos vascos (14.250 millones), y que servirá para prorrogar otras ayudas. De hecho, la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, solo ha confirmado que se mantendrá el descuento para el transporte de competencia estatal, no se ha acordado de la parte autonómica y vetó una enmienda del PNV a los Presupuestos que pedía que mantuviera ese mismo compromiso con el transporte autonómico.
El grupo de Esteban, apoyado al máximo nivel por las declaraciones públicas del lehendakari, ha liderado en solitario esta exigencia, mientras el PSE y Podemos se han plegado a los planteamientos del Gobierno español del que forman parte sus partidos y han presionado al Ejecutivo vasco para que presupueste ya este gasto.
Una ministra enferma, y otra en Málaga
El PNV ha aclarado que, si es necesario, lo asumirá en su totalidad y buscará vías de financiación, una forma de lanzar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía y garantizarle que el 1 de enero seguirá contando con ese descuento. Pero no renuncia a que el Estado mantenga su parte, y a poder reservar ese dinero para otras políticas sociales e inversiones.
Esteban ha recalcado este jueves en Euskadi Irratia que no ha formulado esta semana la pregunta prevista a la ministra Montero simplemente porque se ha visto forzado a no hacerlo: la ministra estaba enferma, y tampoco ha podido preguntar a la responsable de Transportes, Raquel Sánchez, porque se encontraba en Málaga al no tener otras preguntas previstas. Pero avanzó que volverá a formular la pregunta dentro de 15 días, y vio posible que, en un paquete de decretos para el final de año, entren las ayudas al transporte.
Denis Itxaso rechaza que el Estado "pague una ronda que no le corresponde"
El delegado del Gobierno español en suelo vasco, Denis Itxaso, por el contrario, se cerró en banda. Según dijo, el PNV está realizando un “ejercicio de escapismo” cuando en realidad en Euskadi hay “recursos, competencia y capacidad con independencia de que el Estado vuelva a pagar una ronda que no le corresponde”. “Si somos competentes, lo somos para bien y para mal”, lanzó en Radio Euskadi. Puso el foco en que el Estado mantendrá las bonificaciones en el transporte de su competencia, lo que supondrá que los trenes de Cercanías de Renfe serán gratuitos.