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Política

El PNV pide a EH Bildu el mismo compromiso con las Cuentas vascas que con las estatales

La coalición abertzale no ha apoyado ningún Presupuesto de la CAV (solo se abstuvo), y ha votado tres de Pedro Sánchez
Joseba Díez Antxustegi, junto a Imanol Pradales
Joseba Díez Antxustegi, junto a Imanol Pradales / Jorge Muñoz

El portavoz parlamentario de EH Bildu, Pello Otxandiano, propuso el viernes al lehendakari Pradales un acuerdo presupuestario global que abarcase también a las tres diputaciones de la comunidad autónoma. Esta propuesta supone introducir en la coctelera los Presupuestos de otras instituciones, cuando en realidad los votos de EH Bildu solo son claramente imprescindibles en las Juntas de Gipuzkoa y Araba, donde PNV y PSE carecen de mayoría absoluta. No es así en Bizkaia ni en el Parlamento Vasco. Estos planteamientos suelen aflorar cuando las instituciones están gobernadas por partidos diferentes y se intenta establecer un quid pro quo, dar facilidades o apoyos cruzados para que todas tengan Presupuestos. Este no es el caso, ya que PNV y PSE gobiernan en las cuatro plazas. Además, la forma de anunciar el planteamiento, ante Imanol Pradales en el pleno de control, puede poner al lehendakari una presión que no le corresponde, porque no tiene competencias sobre las Juntas Generales. Esta situación puede llevar a una pregunta que ya se empieza a formular en voz alta: ¿Por qué EH Bildu quiere meter en la coctelera varias negociaciones en la comunidad autónoma y no hace lo mismo en el Estado?

Desde que EH Bildu comenzó a asumir posiciones de mayor centralidad política, el PNV utiliza de manera recurrente como argumento la idea de que la coalición abertzale se lo pone más fácil al Gobierno español de Pedro Sánchez. Este sábado, en la tertulia del Parlamento en las ondas de Radio Euskadi, su portavoz parlamentario, Joseba Díez Antxustegi, se preguntó si esta oferta la veremos en Madrid, o si en Madrid apoyarán las Cuentas de Sánchez “gratis et amore. “Veremos si el compromiso con Euskadi es el mismo que se tiene en Madrid”, añadió. En este punto, Nerea Kortajarena, de EH Bildu, trató de corregirle asegurando que su grupo ya alcanzó un acuerdo presupuestario con el Gobierno de Urkullu, pero el jeltzale pidió el turno por alusiones para matizar que lo que dio EH Bildu fue la abstención y no el voto a favor, mientras que a Sánchez sí le han apoyado ya varios Presupuestos. “En Euskadi, ninguno. En Araba y Gipuzkoa, donde vuestros votos sí que podrían sacar adelante los Presupuestos, no lo habéis hecho. Aportar cuando no es necesario es muy sencillo pero, cuando ha habido que arrimar el hombro, no lo habéis hecho”, dijo.

El único acuerdo de EH Bildu... y el precedente de hace 24 años

El único acuerdo presupuestario de EH Bildu con el Gobierno vasco se produjo a finales de 2021, para las Cuentas de 2022. El entonces consejero Pedro Azpiazu le ofreció algunos compromisos políticos calcados a los que ya habían facilitado el respaldo de EH Bildu a los Presupuestos navarros de la socialista María Chivite, que es otro ámbito donde la coalición ha propiciado la aprobación de varios Presupuestos. En la CAV, el pacto recogía compromisos que ascendían a 253 millones, a cambio de la abstención. Azpiazu realizó estas concesiones aunque su gobierno tenía mayoría absoluta.

Este pacto es único en su especie: ha sido el primero y último alcanzado con EH Bildu. Antes, la coalición abertzale y el Gobierno vasco habían mantenido otra negociación presupuestaria, pero resultó fallida. Fue en 2018, cuando intentaron acordar sin éxito un incremento de la Renta de Garantía de Ingresos. El historial es corto y se resume en esos dos hitos. Hay que remontarse a una época en la que Bildu no existía, al tiempo de la izquierda abertzale histórica, para encontrar otro ejemplo. Sucedió hace 24 años. Euskal Herritarrok aprobó los Presupuestos del lehendakari Ibarretxe para el año 2000, poco después del acuerdo de Lizarra y en la época de acumulación de fuerzas de los partidos abertzales.

Por el contrario, EH Bildu ha votado a favor de tres Presupuestos de Sánchez, los de 2021, 2022 y 2023, los últimos que se han presentado. Y cabe recordar que el apoyo de 2021 fue histórico, porque la izquierda abertzale había mantenido durante años una presencia esporádica en las instituciones españolas, no solo por las ilegalizaciones, sino también porque sus electos no recogían el acta de diputados o pedían la abstención en las elecciones.

Pedro Sánchez saluda a Mertxe Aizpurua.

Pedro Sánchez saluda a Mertxe Aizpurua. Eduardo Parra

Las razones

EH Bildu ha justificado su respaldo a Sánchez en que logra contrapartidas para extender el escudo social, el aumento de las pensiones contributivas o las inversiones, mientras que el Gobierno vasco le habría dado poco terreno de juego. De todos modos, el Gobierno español necesita sí o sí los votos de EH Bildu porque está en minoría, frente a la mayoría absoluta del Gobierno de Urkullu y el actual de Pradales: las cesiones que haga el Ejecutivo vasco no las plantea por necesidad, sino por ampliar el consenso.

En ámbitos jeltzales han leído su disposición al acuerdo con Sánchez como un intento de normalizar la relación con los socialistas y proyectar un perfil más institucional, con la mirada puesta en desalojar al PNV del Gobierno vasco, o bien para mantener a un presidente español que puede flexibilizar la política penitenciaria. Aunque Arnaldo Otegi dijo en un acto en Eibar que, “si para que salgan los 200 presos hay que votar los Presupuestos, los votaremos”, Bildu ha negado que esa cuestión haya estado jamás en la mesa de presupuestaria.

El PNV recibiría con los brazos abiertos que la oferta fuera sincera, pero por ahora duda. Antxustegi dijo que “es muy complicado curar 40 años de malas acciones con 15 días de buenas palabras”.

2024-10-14T06:00:03+02:00
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