Frente al giro a la izquierda protagonizado por Pedro Sánchez, adoptando medidas sobre todo de carácter social para hacer frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania, el PNV le ha reclamado que también dirija ayudas a reforzar el tejido económico con el fin de fortalecer las bases que permitirán despegar de la actual crisis. “Hay que garantizar buenos servicios públicos y un sistema de prestaciones para quienes lo necesitan”, ha comenzado la portavoz jeltzale en el Senado, Estefanía Beltrán de Heredia. “Pero es necesario destinar recursos para generar condiciones de competitividad para que los sectores productivos se afiancen, crezcan y generen empleo de calidad”, ha añadido.
El propio Sánchez se ha encargado de recordar en la Cámara Alta que comparecía a petición propia mes y medio después de su anterior intervención en el mismo escenario, de nuevo con las medidas frente a la crisis como principal argumento. Al igual que en la sesión del 6 de septiembre, ha ocupado su asiento entre los aplausos de su bancada, con el fiel Rafael Simancas sentado detrás y las tres vicepresidentas, Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera, a su vera. De nuevo sin corbata, con chaqueta gris y aparente buen ánimo, ha finalizado de hecho su intervención poniendo en valor a las tres ministras, que son a su juicio “válidas, de prestigio y reconocimiento internacional”, lo que ha soliviantado a las filas del PP. “No paran de hablar, no escuchan”, ha sido su respuesta.
Que los más ricos contribuyan más
Por lo demás, Sánchez ha situado su discurso en los parámetros ya conocidos de reivindicar la “corresponsabilidad fiscal” y de asegurar que las entidades financieras tienen el “deber moral de devolver parte de lo que recibieron durante la pandemia”. Ha reclamado que las consecuencias de la crisis “no recaigan sobre los hombros de los de siempre, la gente de a pie”, ya que a su juicio es el turno de las grandes fortunas y de las grandes corporaciones, que están logrando “beneficios extraordinarios” en esta etapa de inestabilidad. Ha defendido por ello “reformar, proteger y repartir” para garantizar una distribución de las cargas de manera justa.
Pero uno de los motivos de la comparecencia de Sánchez era “informar sobre el papel de las comunidades autónomas en la implementación de las medidas y en el mantenimiento del Estado de bienestar”, como le ha recordado la portavoz del PNV. Ha advertido por ello de la posible tentación de Moncloa de “suplantar la competencia que tiene cada comunidad para desplegar políticas de apoyo ante la crisis”. Beltrán de Heredia ha denunciado que “a pesar de todas las conferencias sectoriales celebradas, la gran ausente ha sido y es la gobernanza compartida”.
Frente a la “lluvia de reformas fiscales y de nuevos impuestos” que están saliendo a relucir, y ante la actual “senda de recentralización”, la senadora ha urgido al presidente español a explicar cómo piensa articularlos para que no choquen con las competencias de la CAV y Nafarroa en materia fiscal. Ha criticado además el carácter universal de las iniciativas contra la inflación y recordado que “nosotros siempre hemos abogado por medidas más selectivas, equitativas, focalizadas en las clases sociales más necesitadas”. Ha expresado por último su preocupación porque las medidas de apoyo se sostengan en “ingresos coyunturales” debidos a una mayor recaudación.
Reformas estructurales
En su respuesta, el actual inquilino de Moncloa ha negado la mayor y ha asegurado que “no solo estamos planteando medidas sociales, también reformas estructurales”. Ha defendido que también se está llevando a cabo una “reconversión del mercado laboral en favor de empleos más estables y de los sectores más productivos”, lo que redunda a su vez en el mantenimiento del sistema de pensiones. Sánchez reivindica que “en dos años hemos recuperado los niveles de empleo previos a a la pandemia” y ha concluido señalando que “las medidas de protección social merecen el reconocimiento y no el reproche” del PNV.
Buena parte del protagonismo de estos plenos lo copa, no obstante, el choque de Sánchez con Alberto Núñez Feijóo, por la imposibilidad de hacerlo en el Congreso dado que el presidente del PP no tiene la condición de diputado. De nuevo penalizado por un reparto de los tiempos muy descompensado, Feijóo ha asegurado que el proyecto de presupuestos que ha presentado el Gobierno “no es creíble” y, según él, será “el último de Sánchez como presidente del Gobierno”. Ha censurado que “la mayor preocupación del Ejecutivo son las próximas elecciones” y ha prometido que él no pactará con los independentistas "para que los niños españoles no hablen español en España".