La situación de crisis permanente en la política estatal ha provocado el nacimiento de un nuevo término: la inestabilidad estable, es decir, una continua agitación en la legislatura de Pedro Sánchez. Tras el escándalo del espionaje, vuelve a estar en boca de todos la posibilidad de que el presidente español convoque unas elecciones generales este mismo año sin agotar la legislatura hasta finales de 2023.
Este mismo escenario lo ha reconocido este martes la presidenta de la Ejecutiva del PNV en Bizkaia, Itxaso Atutxa, una señal significativa porque los jeltzales suelen estar bien informados sobre las intenciones del Gobierno español. Un análisis similar lo hace EH Bildu. Pero lo que quedó claro este martes es que estos dos partidos están dispuestos a que la legislatura aguante, aunque el nivel de exigencia va en aumento ante la desidia del Gobierno español a la hora de atender sus demandas.
Atutxa quiso dejar claro que no quiere esas elecciones y prefiere que Sánchez siga trabajando para que cumpla los compromisos que contrajo con el PNV en el acuerdo de investidura, como las transferencias que recoge el Estatuto de Gernika. Ahí quiso lanzar una advertencia: "Ojito con amenazar" con que la alternativa del PP y Vox es peor, porque esa excusa no valdrá para siempre. Además, puso de manifiesto a Sánchez que, si pierde el apoyo de ERC por el espionaje, "eso le hace más rehén de otros partidos" como el propio PNV, porque su mayoría será ajustadísima, tal y como dijo en Bilboko Herri Irratia.
Desde EH Bildu, que no tiene un acuerdo de investidura, Arnaldo Otegi se pronunció en una clave similar.
QUEJAS A SÁNCHEZ
transferenciasfondos europeos"No quiero elecciones porque prefiero que el Gobierno siga trabajando"Otegi deseó que la legislatura aguante, pero pidió a Sánchez que toque los privilegios de las castas y ofrezca una solución a las naciones sin Estado, sin escudarse en que la alternativa es peor como única razón para sostenerlo.