En el Gobierno de Sánchez hay tantos ministerios, que en ocasiones la mano derecha no sabe lo que hace la mano izquierda. Así lo cree el PNV, y la descoordinación tiene consecuencias en el cumplimiento de los compromisos adquiridos con los jeltzales sobre la agenda vasca, sobre todo, en las actuaciones que exigen la intervención de varios ministerios. La situación más paradigmática tiene lugar en las grandes infraestructuras en general, y en el Tren de Alta Velocidad en particular. El PNV quiere que el presidente español, Pedro Sánchez, intervenga para poner orden en el caos entre tres ministerios que están paralizando la infraestructura por trabas burocráticas, fallos de comunicación sobre los trámites pendientes y, en ocasiones, una aparente intención de pasarse la patata caliente.
El nudo tiene lugar entre el Ministerio de Hacienda de María Jesús Montero, el de Transición Ecológica de Teresa Ribera, y el de Transportes de José Luis Ábalos. Cuando el PNV levanta el teléfono para preguntar sobre distintas infraestructuras, al otro lado le comunican que faltan los informes de impacto ambiental de Ribera, una memoria económica de Montero y su autorización para realizar un desembolso dentro de los Presupuestos, o bien estas interlocutoras dicen que el paso ya está dado y solo falta el visto bueno final o un convenio de Ábalos. Fuentes jeltzales ven una intención de pasarse el problema de unos a otros y una falta de coordinación flagrante.
"Tienen que hablarse entre ellos", ha abundado este viernes el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, en Radio Popular. El jeltzale matizó que "algún ministerio es más responsable que otro", y que este nudo afectó también a los soterramientos de las vías en Zorrotza hasta que se ha solucionado, según dijo. "Este impulso político no lo tengo que dar yo. Debería ser el propio Gobierno. A veces es difícil y las maquinarias son pesadas, pero un gobernante lo debería tener en la cabeza. Me da un poco de vergüenza llamar a un ministro o ministra diez veces", lanzó.
ÁBALOS, UN CARGO PARA TODO
Esteban no quiso personalizar qué ministerio es el que más cojea. Se centró en criticar el nudo en materia de transportes implicando a los tres ministerios que tienen que dar autorizaciones ambientales, económicas o firmar convenios y licitaciones. Es cierto que el retraso en el TAV no es de ahora y colea desde hace años y distintos gobiernos, pero en la actualidad se añade el obstáculo del enredo burocrático.
El caso de las infraestructuras se ha convertido en una tormenta perfecta: se da la circunstancia de que el ministro Ábalos se encarga de un área muy potente y amplia del Gobierno español y, al mismo tiempo, es secretario de Organización del PSOE. Lo obliga a dividir esfuerzos y atender todos los flancos. Para más señas, no cuenta con un organigrama demasiado amplio para darle apoyo. El interlocutor con los grupos para estos asuntos es habitualmente el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, lo que supone volcar toda la negociación en una persona, al contrario de lo que sucede con otros ministerios donde existe hasta una tríada de cargos.
El PNV ha denunciado todas estas semanas, además, los mensajes contradictorios sobre el soterramiento del tren en su llegada a Bilbao y Gasteiz, que algunos portavoces socialistas han puesto en duda al plantear una solución alternativa y provisional en otras estaciones o al aire libre.
LA LEGISLATURA "TIENE FUTURO"
La advertencia de Esteban, quien citó expresamente a esos tres ministerios, llega después de que pidiera tomar cartas en el asunto a Sánchez el miércoles en el Congreso. Le pidió un impulso político ante los ministros díscolos. Ahora añade que alguien debería estar "encima" de las gestiones. Además, cree que el Ejecutivo debe hacer mayores esfuerzos para "trabajar los acuerdos" porque "no tiene mayoría", aunque este reproche lo hizo extensible de manera expresa a Unidas Podemos y no lo limitó al PSOE.
En cualquier caso, Esteban matizó que la apuesta del PNV sigue siendo contribuir para que la legislatura aguante. "Sinceramente, creo que esta legislatura tiene futuro, hay un Presupuesto aprobado, y ahora vienen los fondos europeos. Vamos a ver esa gestión cómo se acaba llevando a cabo, pero no se puede desaprovechar la oportunidad, y ponernos ahora a hacer elecciones no tiene sentido porque la alternativa asusta", dijo, para concluir diciendo que "le quedan dos años y medio y queda margen para negociar".
El PNV es socio de Sánchez y uno de los partidos que respaldaron su investidura. Los seis votos que tiene en el Congreso de los Diputados son necesarios para que la legislatura aguante, y los jeltzales están predispuestos a garantizar esa estabilidad porque, además, no hay alternativa o, la que hay, los espanta porque viene de la mano de un PP en brazos de la ultraderecha de Vox. No obstante, piden que se cumpla lo pactado. Esteban sigue apretando a Sánchez para que ponga orden, y lo hace en plenos rumores sobre una remodelación del Gobierno español.
"HAY QUE ESTAR ENCIMA"
"Yo le decía al presidente del Gobierno que lo que hace falta son los impulsos políticos, porque hay muchos proyectos que dependen de la acción coordinada de varios ministerios. Algunos tienen que dar autorizaciones, otros el visto bueno al firmar un convenio, dar el ok al desembolso de determinado dinero de los Presupuestos.... El ejemplo típico es Hacienda con el Ministerio de Transición Ecológica y el de Transportes. Tienen que hablarse entre ellos. Tiene que haber un impulso político, porque basta con que un Ministerio se lo tome con cachaza y deje un trámite por hacer a pesar de que todo esté preparado. No estoy exagerando. Hay casos concretos. Te puede quedar un año o medio año parado. Eso no tiene sentido. Si quieres que las cosas funcionen bien, por eficacia administrativa y por los acuerdos con los socios, tienes que estar encima, y creo que eso todavía al Gobierno le falta en algunos ministerios", lamenta Esteban.
El jeltzale dice que el TAV es un ejemplo, con "algún ministerio más responsable que otro", y "con sorpresas desagradables que vendrán porque algunos altos funcionarios no tienen muchas ganas, pero para eso están los políticos, para que los expedientes se muevan".