El PNV reivindica las medidas para jóvenes y pensionistas para mover a la oposición

En privado, voces del PNV y el PSE esperan que el debate vaya reposando, que las declaraciones no sean tan encendidas, y que los grupos, particularmente Podemos, puedan reconsiderar su rechazo a la revisión fiscal. En teoría, hay tiempo. Queda por delante un mes decisivo antes de que la propuesta se vote en primavera en las Juntas Generales de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba. Pero, en el fondo, el margen para el acuerdo parece por ahora muy estrecho. Las posiciones son difícilmente reconciliables porque parten de dos concepciones diferentes sobre el objetivo último de esta negociación: PNV y PSE plantean una revisión fiscal, un ajuste, lo que supone que hayan centrado sus esfuerzos en unas modificaciones concretas para producir efectos en ámbitos estratégicos como el acceso de los jóvenes a la vivienda; mientras que la oposición (EH Bildu, PP y Elkarrekin Podemos) defiende una reforma fiscal en profundidad, con el argumento de que ya ha pasado mucho tiempo desde 2017 y toca replantear el modelo. ¿Es compatible mantener esa pretensión y, al mismo tiempo, dar al menos vía libre a los beneficios para las rentas bajas o la descarbonización de la empresa? Eso es lo que quisieran PNV y PSE pero, por el momento, la oposición no ha aceptado este enfoque.

Las posiciones siguen en esencia en el mismo punto, aunque se están lanzando algunos llamamientos cruzados a la negociación de medidas concretas. Algo de todo ello se pudo escuchar el sábado en la tertulia del Parlamento en las ondas de Radio Euskadi, donde el PNV volvió a jugar la carta de las historias concretas y a poner cara y ojos a los colectivos beneficiados por las medidas, en un intento de dejar a la oposición ante el espejo, ante lo impopular que podría resultar tumbar esas propuestas. El debate es competencia de las Juntas Generales, pero la tertulia fue una fotografía del argumentario de cada partido.

El PNV pide hablar "de historias concretas de la ciudadanía"

Desde el PNV, la parlamentaria Maitane Ipiñazar retó a la oposición a “posicionarse” sobre las medidas y pidió a los grupos que se pronuncien, que digan “si no están de acuerdo” con que los pensionistas, los jóvenes, las personas que cobran el salario mínimo y las rentas más bajas en general no tengan que hacer la declaración de la renta, porque la propuesta de PNV y PSE deja exentas las rentas hasta los 20.000 euros al año, tras las modificaciones introducidas para intentar seducir a Podemos. “No he escuchado aún sus posiciones”, dijo, lo que fue contestado con malestar por el resto de los grupos en un intento de desmentirla. “Vamos a dejarnos de vetos partidistas y a hablar de medidas e historias concretas de la ciudadanía”, recalcó.

EH Bildu pide una reforma, y el PP dice que el PNV no le llama desde el 11 de febrero

Desde EH Bildu, Oihana Etxebarrieta insistió en que “urge una reforma fiscal” porque la que está vigente se pactó en 2017 con el PP “y ya sabemos que no beneficia a las clases populares”. Aquí se produce un choque y un veto cruzado con el propio PP, que reivindica, por el contrario, que el acuerdo fiscal tendría que firmarse con los populares porque el anterior se firmó también con ellos. Pero, en un acto, Javier de Andrés dijo este sábado que no recibe llamadas desde el 11 de febrero porque el PSE ha mandado parar al PNV. De este modo, trata de presentarse como única alternativa al socialismo.

Etxebarrieta, por su parte, sorteó la petición del PNV de pronunciarse sobre su propuesta, y puso en valor una de las enmiendas de EH Bildu, que propone abrir un debate sobre las rentas inferiores a 20.000 euros porque “no se aprovechan de las deducciones”, y su grupo propone “deducciones reembolsables”. “Si se quieren acuerdos, hay que negociar y construir propuestas, no imponer”, dijo. Su grupo ha sido el único que ha presentado una enmienda a la totalidad, lo que se ha interpretado como una mala señal. Por el PP, Laura Garrido aseguró que el PNV “se la ha tenido que envainar” y cortar con su grupo por el “veto del PSE”. “Las puertas están cerradas, que le pida el lehendakari a Andueza a ver si la abre”, lanzó. El PP pide una bajada general de impuestos, que PNV y PSE creen que lastraría los servicios públicos.

Desde el PSE, Patricia Campelo dijo que “queda tiempo”. El jeltzale Koldo Mediavilla seguía apelando el sábado en su artículo a Podemos, por si quedara una rendija para que reconsidere su negativa, que se debió a que su consulta a la militancia tuvo una baja participación. Desde Sumar, Jon Hernández pedía una reforma profunda.

Guerra de cifras de PNV y EH Bildu

Los jeltzales han hecho circular un cuadro para contrarrestar los cálculos del partido de Otegi. EH Bildu ha dicho que PNV y PSE plantean “235 millones de pérdidas” en detrimento del sector público, y que Bildu elevaría en 900 millones la recaudación. El PNV ha contestado que, según sus cálculos, PNV y PSE plantean que haya “200 millones más en el bolsillo de la ciudadanía”, que no presenten la declaración quienes ganen menos de 20.000 euros, o que se apoye a 31.000 micro y pequeñas empresas y 76.000 autónomos. Con Bildu, habría “450 millones menos”, y obligación de declarar desde los 14.000 euros.