El Rayo Vallecano lleva desde que comenzó la pandemia de covid-19 publicando un tuit el día del 8-M en el que, sin decirlo claramente, parece culpar a la multitudinaria manifestación de aquel día de la explosión del virus en España. Lo ha vuelto a hacer en 2023, provocando innumerables críticas entre sus aficionados, gran parte de los cuales no están de acuerdo con la forma de proceder en numerosas decisiones de su presidente, Raúl Martín Presa, que controla el club madrileño desde que los Ruiz Mateos le cedieron las acciones (y la deuda) en 2011.
“Nuestro recuerdo y emocionado homenaje a las víctimas de la covid-19 y nuestra solidaridad con sus familiares y amigos, cuando se cumplen tres años del inicio de las complicaciones de la terrible pandemia en nuestro país”, escribe la cuenta oficial del club en Twitter.
Entre las respuestas destacadas está la del periodista y aficionado del Rayo Quique Peinado, colaborador de Zapeando, que asegura que esas palabras suponen un delito de odio. “Cada 8-M el Rayo Vallecano publica este tuit en el que culpabiliza a las manifestaciones de la explosión de la pandemia. Es una vergüenza que consiente todo el mundo y que, para mí, es delito de odio. En el club, nadie excepto el presidente y su cabeza secundan esto”.
Su compañera en Zapeando y también declarada rayista Cristina Pedroche se ha sumado a esas palabras. "Lo siento, esto no me representa. Cada 8-M lo mismo".
Hay quien recuerda al presidente que aquel mismo 8-M de 2020 hubo partido de Liga en Vallecas frente al Elche con 12.000 espectadores y con una delegación de mujeres de derechas invitadas al palco por el propio Martín Presa, entre ellas Mari Mar Blanco y Alícia Sánchez Camacho, ambas del PP.
Y que, también el mismo día, se celebró en Vistalegre un multitudinario mitin de Vox, el partido con el que se relaciona al presidente del Rayo, que ya ha invitado al palco de Vallecas a Santiago Abascal o a Rocío Monasterio.
Un paso más en el divorcio entre Martín Presa y la afición del Rayo, que le reprocha bastantes cosas. Por ejemplo, sus palabras sobre Vallecas en un documental de Movistar +. “Cuando era chaval iba a entrenar a las canchas de El Pozo. Tenías que saltar las jeringuillas. No podías ducharte si no querías coger el sida”, dijo, unas declaraciones que indignaron al barrio. También le acusan de estar dejando morir al equipo femenino, que era un clásico de la Primera División y ahora roza el descenso a la tercera categoría después de numerosas quejas de las jugadoras en los últimos años por jugar sin contrato, retrasos e impagos de nóminas, viajes en condiciones tercermundistas, etcétera.
Faltas de respeto continuas a las mujeres que tienen un episodio más cada año cuando llega el 8 de marzo y desde el club deciden conmemorar justo ese día la explosión de la pandemia.