El agente de la Policía Nacional al que una activista de FEMEN denunció por agarrarla del pecho para detenerla durante una protesta el pasado 20 de noviembre en Madrid ha negado que fuera así ante el juez que investiga el asunto y ha apuntado que usó una maniobra policial determinada para cogerla de los hombros y reducirla.
Así lo han explicado a los medios tanto la defensa del agente como la representación legal de FEMEN tras la comparecencia que se ha extendido por 20 minutos ante el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid.
Para FEMEN se trata de una agresión sexual
Endika Zulueta, abogado de FEMEN ha señalado que el funcionario policial "ha declarado que simplemente quería detenerla (...) usando una maniobra policial, que quería cogerla por detrás, por los hombros". Y ha añadido que les llama poderosamente la atención que se realice este tipo de maniobra cuando "con las activistas de FEMEN nunca había pasado esto".
Según ha explicado, los agentes "tienen técnicas precisas en situaciones como estas en las que saben que FEMEN usan su cuerpo como medio para lanzar un mensaje". "Y para no tocarlas les cogen del cuello, de la cintura, del brazo... Hay mil técnicas y la que nos ha dicho él hoy para excusarse es un sin sentido".
A su juicio, está "fuera de lugar que se utilice la función policial para agredir sexualmente a una activista que esta realizando una acción política".
Al hilo, ha añadido que los agentes siempre han actuado "súper escrupulosamente con activistas de FEMEN" y que "es la primera vez que se querellan contra una persona concreta por una acción concreta". "Fue innecesario y fuera de lugar", ha apuntado.
La activista ratifica su acusación
Se da la circunstancia de que la activista confirmó este miércoles ante el juez Juan Javier Pérez el relato recogido en la querella que presentó el pasado mes de febrero, a la que ha tenido acceso esta agencia de noticias. De acuerdo con el escrito, los hechos ocurrieron sobre las 12.40 horas, cuando "FEMEN se dispuso a realizar una acción simbólica y pacífica en la Plaza de Oriente de Madrid, frente a una concentración organizada por Movimiento Católico Español", que consistía en gritar "al fascismo ni honor, ni gloria".
El secretario general del sindicato Jupol, Aarón Rivero, asociación que ejerce la defensa del agente, ha señalado al término de la comparecencia que el policía "sólo llevó a cabo una técnica policial de reducción frente a una persona que estaba agresiva que quería reventar una acto que estaba plenamente permitido".
Secuencia de fotos
Rivero ha relatado asimismo que en la secuencia de fotos que aportó el fotógrafo en su declaración de este miércoles "se ve que --el agente-- solo introduce las manos por detrás de las axilas hasta los hombros y sujeta los brazos y cabeza de la mujer para que no le golpee al compañero". Si bien acto seguido ha negado ante los medios haber visto esa secuencia de fotografías que está en poder del juez.
Zulueta, sobre esa secuencia aportada por el fotógrafo, ha apuntado que lo que incluyeron en la querella fue una fotografía concreta y que en ningún momento el fotoperiodista ha afirmado que la imagen esté manipulada.
El abogado del agente, Pedro Chamorro, en declaraciones a los medios, ha matizado que no sostienen que las fotos aportadas estén "trucadas" o manipuladas, sino "fragmentadas" porque de una sola imagen se han sacado tres o cuatro que dan "una sensación equívoca". "Parece algo que no corresponde a la realidad", ha añadido, sumando que "en ningún momento la mano del agente toca a la persona esta".
Las tres activistas
La protesta de FEMEN estuvo protagonizada por tres mujeres que, "como es seña de identidad" de la plataforma feminista, se manifestaron exhibiendo sus senos. "En un instante llegaron a su encuentro varios policías", unos detuvieron a dos manifestantes "con evidente profesionalidad" y otro policía cogió a la tercera mujer "por detrás apretándole sus senos con ambas manos", describe el escrito de la defensa de la activista.
A los pocos segundos, cuenta en la querella, otros policías cogieron a esta tercera activista para taparla el torso con una chaqueta y, tras ser identificadas, las tres mujeres fueron puestas en libertad, informándolas de que se iba a realizar una propuesta de sanción por una posible infracción administrativa.