Despejada este pasado lunes la incógnita del voto decisivo de la diputada de las juventudes de ERC, la gran interrogante ahora es qué hará Carles Puigdemont en el pleno de investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat de Catalunya. El expresident y líder de Junts ha anunciado hasta en dos ocasiones que estará en la sesión plenaria, asumiendo que podrá ser detenido si pisa territorio del Estado español.
El pleno de investidura ya tiene fecha. Será este jueves a partir de las diez de la mañana. Esta es la propuesta del presidente del Parlament, Josep Rull, tras completar este martes la ronda de consultas con los líderes parlamentarios catalanes, en la que ha constatado que Illa dispone de la mayoría suficiente para ser investido president de la Generalitat tras los acuerdos alcanzados por el PSC con ERC y Comuns.
La mayoría parlamentaria está situada en los 68 escaños (el Parlament cuenta con 135), exactamente los mismos que suman esas tres formaciones (42 los socialistas, 20 los republicanos y 6 los ecosocialistas). Al tratarse de un periodo vacacional, será la Diputación Permanente del Parlament la que convocará hoy de manera formal el debate de investidura.
Pleno intenso
El desarrollo del pleno se espera intenso y caliente, dentro de usos y costumbres del debate parlamentario. Sin embargo, la posible aparición de Puigdemont en el Parlament puede romper todo el guion previsto y provocar un desenlace inesperado. El expresident de la Generalitat ha dejado clara su intención de estar en el pleno y habrá que ver, si tras siete años huido en Waterloo (Bélgica), decide regresar a Catalunya en un día tan señalado.
Esta posibilidad planea sobre la investidura de Illa, aunque para ello tendrá que sortear la vigilancia judicial y policial que pesa sobre él. El hermetismo es total sobre su estrategia aunque por el momento tanto el regreso como sus movimientos son una incógnita.
Los movimientos de Puigdemont para, primero, cruzar la frontera y llegar hasta Barcelona y, luego, acceder al Parlament son un enigma y en principio solo las conoce él y su círculo más estrecho, aunque es previsible que los servicios de inteligencia españoles estén jugando sus cartas. En todo caso, el expresident tratará de llegar al legislativo catalán, lo que condicionaría el desarrollo del pleno.
Sin hora ni lugar
El secretario general de Junts, Jordi Turull, avanzó que su partido pedirá la suspensión del pleno de investidura, si el expresident Puigdemont es detenido al regresar a para asistir a esta sesión parlamentaria. Así lo explicó en declaraciones a TV3, en las que dió a entender que Puigdemont volverá a Catalunya en los próximos días de incógnito, sin especificar “hora y lugar” de su regreso, porque “sería de una ingenuidad salvaje dar detalles de sus planes y ponerlo fácil para que lo puedan detener”.
El expresident catalán, subrayó Turull, debería entrar “por la puerta principal del Parlament, pero no ha “pactado ningún plan con los Mossos d’Esquadra porque no viene a dejarse detener, sino a defender sus derechos políticos como diputado y a confrontar con unos jueces que han decidido prevaricar y no aplicar la ley”.
Si Puigdemont es detenido, como él mismo asume que ocurrirá ya que el Tribunal Supremo no le está aplicando la ley de amnistía (sostiene que esa ley no incluye la malversación y mantiene la orden de detención), Junts pedirá al presidente del Parlament que suspenda el pleno porque no se podría celebrar “en condiciones de normalidad”, al no poder participar uno de los diputados debido a su detención.
Junts no quiere poner un plazo a la suspensión del pleno de investidura ni señalar cuándo podría retomarse, porque primero hay que ver “hasta dónde quiere llevar” el juez del Supremo Pablo Llarena “su venganza y escarnio” hacia Puigdemont y porque, en todo caso, esa es una decisión de la Mesa de la Diputación del Parlament.
En el caso de que Puigdemont lograra acceder al Parlament, lo más probable es que fuera detenido por los Mossos, como policía judicial que es. Esto pondría el foco sobre ERC, al que Junts ha llegado a acusar de ser responsable de una eventual detención. Nada más producirse esta acusación, Esquerra estalló y pidió una “disculpa y una rectificación” que hasta ahora no se ha producido, ahondando así en la profunda división entre los dos principales partidos políticos del independentismo catalán.
Suspender o aplazar
En todo caso, ERC se ha mostrado abierta a aceptar la suspensión o el aplazamiento del pleno de investidura de Illa si Puigdemont es detenido, pero apuesta por retomar la sesión “lo antes posible, porque las instituciones catalanas no pueden quedar sujetas a los tempos del Tribunal Supremo”, señaló la secretaria general adjunta y portavoz del partido republicano, Marta Vilalta.
La dirigente de ERC quiso dejar claro a Junts que una eventual detención de Puigdemont no cambiará el apoyo de su partido en la investidura de Illa. Además puso en valor lo pactado con el PSC calificándolo como “un buen acuerdo” y aclaró que su formación no formará parte del Govern catalán y que hará “una oposición crítica y exigente” con el objetivo de los socialistas catalanes cumplan con el acuerdo de investidura que cerró con lo srepublicanos.