Este martes se celebra el Día Mundial sin alcohol. Esta efeméride, instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene por objetivo concienciar a la población mundial sobre el daño físico y psíquico que puede entrañar esta sustancia en las personas que la consumen habitualmente.
“No tenía ni idea – de que hoy se celebra el Día Mundial sin alcohol –. Entiendo, eso sí, que el alcohol no es del todo bueno.”, ha dicho Joserra Ugalde. Mientras, sujetaba la copa del vino con el que se estaba lubricando el gaznate con una mano. Para este bilbaino de 61 años, el consumo de bermellón es un ritual casi diario. “Tomo un par de lunes a sábado”, ha afirmado. Lo hace, generalmente, cuando termina su jornada laboral. Aún así, ha asegurado que el alcohol no es un elemento fundamental de su tiempo de ocio. “Creo que podría socializar sin beber, pero normalmente, quedamos en los bares. Y ya sabes lo que dice la canción: los bares y los mostos me entristecen”, ha reflexionado. “Los médicos seguramente dirán que tomarse dos vinos al día es casi alcoholismo”, ha añadido.
Osakidetza "no existe el riesgo cero"
Osakidetza, sin embargo, de acuerdo con los patrones de consumo de Ugalde, consideraría que el suyo es un consumo de bajo riesgo. El Servicio Vasco de Salud diferencia cinco patrones de consumo de alcohol en función de la cantidad ingerida por una persona de manera habitual. Advierte, sin embargo, que “el riesgo cero” asociado a esta sustancia no existe. “incluso pequeñas cantidades en determinadas situaciones o a determinadas personas pueden ocasionar problemas”, afirma el organismo.
Joseba Pérez, abstemio por elección
En función de esta clasificación, para Joseba Pérez el alcohol no entrañaría ningún riesgo. Y es que este vecino de Bilbao es abstemio. “Jamás bebo alcohol, no me gusta ”, ha asegurado. “No condiciona en absoluto mi vida social y no lo necesito para estar bien, a gusto”, ha añadido. Pérez también ha reconocido que, en ocasiones, ha sentido mucha presión social por no beber. Fundamentalmente, porque en Bizkaia el consumo de bebidas alcohólicas es, según muchos, un acto muy arraigado en su cultura.
Un hábito arraigado en la cultura
“Es cultural. Lo celebramos todo comiendo y bebiendo. Así lo hemos visto en nuestros padres y abuelos”, ha afirmado Sonia Garagorri. Considera, además, que el alcohol “está muy normalizado” en la sociedad vizcaina. Tanto es así que su capital, Bilbao, es una de las ciudades de Euskadi y del Estado en las que más alcohol es consume. Así lo constató un estudio realizado en 2020 en las aguas residuales de la Villa.
"En Bilbao se potea mucho, eso es así", ha zanjado Sonia. “Yo no bebo todos los días, pero me gusta tomarme un par de vinos de vez en cuando. Sobre todo, durante los fines de semana o cuando salgo del trabajo. Es en esos momentos cuando me tomo un par de potes”, ha explicado también la bilbaina.