Burgos tiene una multitud de lugares para visitar y su riqueza cultural, natural, paisajística o gastronómica es incalculable.
Muchos de ellos son únicos en el mundo y de una belleza singular. En esa categoría está sin duda el Pozo Azul, una maravilla de la naturaleza enclavada en la localidad de Covanera, en el valle del Rudrón, al sur de la Cordillera Cantábrica, que es asimismo es considerada la cueva subacuática más larga del mundo, con un laberinto de galerías exploradas de 13,6 kilómetros de longitud (hasta ese punto se llegó en 2015) aunque se calcula que puede llegar a tener 20 kilómetros más y los expertos siguen intentando ahondar más en su exploración.
Esta gruta de origen kárstico es un paraíso para el espeleología y el buceo, ya que permite una expedición hasta su segundo sifón de unos 5.200 metros bajando a 71 metros de profundidad.
Un lugar tan hermoso como peligroso ya que para adentrarse buceando en este lugar hay que ser un buceador experto.
Pero para el visitante de a pie la superficie ofrece un espectáculo inigualable, el propio Pozo Azul, al que es fácil llegar y dónde puedes admirar unas increíbles aguas turquesas.
Este paradisíaco lugar, que muchos ya han denominado como la playa rural burgalesa, está a media hora de Burgos, dirección N-623 hasta Covanera. Allí, tras cruzar el río Rudrón, nos espera un relajante y bien señalizado paseo de diez minutos hasta la cueva. Allí puedes disfrutar de una zona de baño en unas aguas singularmente cristalinas, aunque ciertamente frías, ya que la media de temperatura permanece entre los 9 y los 11 grados todo el año.
Nadar en la superficie está permitido, pero adentrarse en el entramado de túneles y galerías submarinas está reservado solo a espeleólogos profesionales y autorizados. El Pozo Azul cuenta con un diámetro de entre siete y ocho metros y una profundidad de 10 metros. En definitiva, una cala con encanto en un entorno natural incomparable.
Llegados hasta esta maravilla de la naturaleza no debes de dejar de visitar la localidad de Covanera, con sus calles empedradas y los puentes que cruzan el río Rudrón.
Para completar la visita a menos de 20 minutos en coche se halla Orbaneja del Castillo, pueblo famoso por la impresionante cascada que lo atraviesa.
Y también es imprescindible la visita a las Hoces del Alto Ebro y Rudrón cuyo cañón forman ambos ríos creando grandes cortados y espaciosa.
Un enclave natural donde podrás contemplar paisajes sorprendentes desde Valdelateja haciendo senderismo por el Cañón del Ebro, o subiendo al Alto Rudrón, senda que discurre paralela al río, entre Hoyos del Tozo y Moradillo del Castillo. Un entorno con multitud de alternativas para disfrutar como la Cueva del Piscarciano, El Hayedo de Carrales, el desfiladero de los Tornos o el de la Palancas.
Y una vez en la zona no dejes de disfrutar en los establecimientos de sus pueblos de la gastronomía de la zona, con sus carnes, embutidos y verduras, sin olvidar los reconocidos vinos de reconocido prestigio.