El PP, ante el reto de buscar en Navarra un espacio electoral que nunca ha consolidado

El Partido Popular (PP) se encuentra inmerso en algo muy parecido a una nueva refundación en Navarra. La precipitada y abrupta ruptura con UPN ubica al partido que lidera Alberto Núñez Feijóo ante la oportunidad de hacerse en la Comunidad Foral con un espacio electoral que nunca ha consolidado.

De hecho solo en dos ocasiones ha concurrido en solitario a los comicios forales y en ambas con un resultado más que discreto. Cuatro escaños le reportaron los 23.551 votos (el 7,28%) de 2011 y solo dos cuatro años después al alcanzar por los pelos el umbral del 3% exigido para entrar al Parlamento con 13.239 votos.

La refundación de 2009. El 12 de diciembre de 2009, el PP de Navarra celebró su congreso de refundación en Pamplona tras romper con UPN. Santiago Cervera, elegido presidente del partido, recibe el aplauso del presidente nacional, Mariano Rajoy, y Ana Mato, vicesecretaria de Organización.

En el resto de citas electorales, desde que el 20 de enero de 1989 Manuel Fraga fundó el PP para sustituir a la antigua Alianza Popular (AP), siempre ha ido de la mano con UPN. Una situación que con toda seguridad no se va a repetir en las elecciones municipales y forales del 28 de mayo de 2023. Sin embargo, está por ver si populares y regionalistas se atreven a medir sus fuerzas por separado en los comicios generales, que previsiblemente se celebrarán el próximo otoño. Hacerlo sin el paraguas de la coalición implica el riesgo de que uno de los dos se quede sin asiento en el Congreso de los Diputados y ver reducida la representación en la Cámara Alta de los tres senadores que se lleva la lista más votada a uno o ninguno.

Fraga, en Pamplona.. Javier Pomés, Jesús Aizpún, Manuel Fraga y Jaime Ignacio del Burgo, en un acto de la campaña para las elecciones europeas del 15 de junio de 1989. Fraga era entonces el presidente del PP y eurodiputado.

Cuatro décadas en coalición

La estrecha relación de UPN con las derechas españolas viene de lejos. Fundado en 1979, únicamente ese año concurrió en solitario a las elecciones generales en las que fue tercera fuerza en Navarra con 28.248 votos (11,17%) por detrás de UCD (83.302 votos, el 32,97%) y el PSOE (55.399, el 21,9%).

Hacia otra refundación. Javier García, nuevo presidente del PP de Navarra, y Alberto Núñez Feijóo, líder del partido, en el congreso que los populares celebraron el pasado 4 de diciembre, solo ocho días antes de que UPN anunciara la ruptura de la coalición Navarra Suma.

Para los comicios de 1982, ya se alió con AP y el Partido Demócrata Popular (PDP) que entonces presidía Jaime Ignacio del Burgo. Obtuvo dos escaños gracias a los 76.255 votos recibidos (el 25,5%) pero quedó muy lejos del histórico triunfo del PSOE (112.186 votos, el 37,64%). Y las derechas también se organizaron para ir juntas en las generales de 1986, esta vez con el nombre de Coalición Popular, donde se cobijaron UPN, AP, PDP y Partido Liberal con un resultado similar al de cuatro años antes. Segunda fuerza con el 29,6% de los votos por detrás del PSOE.

La coalición UPN-PDP-AP. Las derechas se unieron por primera vez en Navarra para las elecciones generales del 28 de octubre de 1982. Dos días antes de votar, representantes de UPN, Partido Demócrata Popular (PDP) y Alianza Popular (AP) comparecieron en rueda de prensa.

A partir de 1989 y ya como PP, siempre se ha presentado en coalición con UPN en todas las elecciones generales hasta que en 2018 y 2019 concurrieron con Ciudadanos dentro de la alianza Navarra Suma. En total, han sido once comicios estatales y en todos lograron ser la lista más votada.

UPN-COALICIÓN POPULAR. Las derechas volvieron a ir unidas en las elecciones generales de junio de 1986. Esta vez con el nombre de Coalición Popular, se juntaron UPN, PDP, AP y el Partido Liberal. Fueron la segunda fuerza y lograron dos escaños.

La unidad de la derecha tardó un poco más en materializarse para las elecciones forales. Tanto en 1983 como en 1987 se presentaban en varias listas, lo que permitió gobernar al PSN de Gabriel Urralburu.

Concretamente, en 1983 UPN sacó 13 escaños mientras que AP, PDP y Unión Liberal (UL) sumaron 8. Y en 1987, la fractura todavía fue mayor en la derecha con tres candidaturas distintas: UPN volvió a ser la mayoritaria en este sector con 14 escaños, muy por delante de Unión Demócrata Foral (UDF) que englobaba al PDF, al PDP y al PL, que logró 3 y AP, que solo sumó 2. La división pasó factura y permitió al PSN gobernar con 15 parlamentarios, solo uno más que UPN pero cuatro menos que la suma de todas las derechas.

No tardaron en tomar nota de esta situación UPN y PP. En septiembre de 1989 firmaron el acuerdo para las generales de ese año y lo extendieron para todas las elecciones hasta la ruptura de 2008. La particularidad de este pacto residía en que el PP se integró en UPN y renunció a contar con una organización propia en Navarra.

Una unión que se mantuvo hasta el agostazo de 2007, cuando el PSOE permitió a UPN retener el poder a cambio de que rompiera con el PP, lo que obligó a los populares a poner en marcha un proceso constituyente en Navarra. Algo que se parece a la situación que tiene ahora por delante tras la fractura de Navarra Suma.

El PP tiene el reto de poner en marcha candidaturas al menos en los principales municipios de Navarra para las elecciones. Un cometido para el que seguramente contarán con los diputados expulsados de UPN, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, quienes ya se han citado con el PP para hablar en enero.