El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que investiga la presuntas mordidas en la compra de mascarillas durante la pandemia, acordó ayer la puesta en libertad de Koldo García, el que fuera asesor del exministro José Luis Ábalos; de su hermano Joseba García; del presidente del Zamora CF, Víctor de Aldama; y del empresario Iñigo Rotaeche. El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 2 lo decidió así después de que la Fiscalía Anticorrupción no solicitara prisión para ninguno de ellos y toda vez que los cuatro se acogieron a su derecho a no declarar. Eso sí, el magistrado adoptó medidas cautelares tanto para el exasesor de Ábalos como para De Aldama, que deberán presentarse en el juzgado cada 15 días, fijándoles la prohibición de salir del Estado español y retirándoles el pasaporte. La investigación judicial por la que fue detenido Koldo García, investiga presuntas comisiones irregulares en contratos durante la ola del covid-19, cuyo material fue destinado a los ministerios de Transportes e Interior, así como comunidades como Baleares y Canarias. El montante de los contratos de estas administraciones públicas supera los 50 millones de euros, según los investigadores.
El PP está aprovechando esta coyuntura para tratar de cercar al Gobierno de Pedro Sánchez. Una de las primeras figuras en atacar al Ejecutivo fue, curiosamente, Isabel Díaz Ayuso, pese a que la presidenta de la Comunidad de Madrid estuvo en el ojo del huracán por un caso semejante relacionado con su hermano. Sin embargo, esta vez no ha tenido reparos en exigir al líder del PSOE que “de la cara ante una trama escandalosa” en vez de “difamarla a ella y a su Gobierno”. A su juicio, “todo lo que está saliendo y queda por salir” a cualquier Ejecutivo honrado lo haría caer inmediatamente, al instante”, pero “este Gobierno, va de limpio, de Koldo y paja”. Ayuso censuró que Sánchez haya comparado “una trama nacional a manos de su número dos, y, por cierto, ministro en su Gobierno, y de su asesor, que pasó de ser portero de un burdel a asesor de Renfe”, con el caso de un ciudadano (su hermano) “que lleva 26 años trabajando en el sector del material sanitario, a quien la Justicia en dos instancias diferentes, y otros organismos, han probado su inocencia y la legalidad de su trabajo”. “Pretende difamar a mi Gobierno, a mi familia y a mí. Y a todos ellos les digo una cosa: la fruta me gusta muchísimo”, se revolvió. Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se alineó con Ayuso y reprochó a Sánchez que “guarde silencio” sobre estos “negocios turbios” e “insulte a quien pide explicaciones”. Aludió a los “diversos ministerios implicados, lo que paga, lo que encarga y lo que se lucra” y requirió explicaciones a Salvador Illa, ministro de Sanidad en ese momento, y a Mónica García , actual titular del ramo, así como a los presidentes autonómicos del PSOE que también compraron esas mascarillas.
Por contra, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, aseveró que, si su partido hubiera descubierto algo sobre el caso de Koldo García, hubiese acudido a la Justicia. Expresó su sorpresa por esta trama y negó que exista una vinculación entre los delitos investigados y la decisión de Sánchez de cesar a Ábalos como ministro en el verano de 2021. “Llegamos a este Gobierno quitando a un Gobierno corrupto y el Gobierno del Partido Socialista y el Partido Socialista es un partido limpio”, subrayó. Cerdán explicó que conocía a Koldo García porque vivía en Nafarroa y ha colaborado con el PSOE navarro, de donde procede él. También el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, recalcó que es “absolutamente inmoral e indecente” el cobro de comisiones durante la pandemia, por lo que pidió que “la policía investigue, la justicia juzgue y los culpables lo paguen”.