El PP convirtió ayer su homenaje anual en Ermua a Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA hace 26 años, en un mitin de campaña electoral con la presencia de un Alberto Núñez Feijóo que no dudó en su intervención en realizar promesas electorales.
Así, el presidente del PP anunció que someterá a consideración del Consejo de Estado un proyecto de Ley que evite que condenados por terrorismo vayan en listas electorales, como ocurrió en las pasadas elecciones del 28 de mayo, cuando EH Bildu incluyó en sus candidaturas a 44 personas que habían cumplido pena por pertenencia a ETA. Además, advirtió de que “el futuro de España no puede ni debe ser impuesto por quienes planificaron, ejecutaron o aplaudieron los crímenes” de ETA.
En su discurso, tras la ofrenda floral, el líder de los populares destacó que, con “el asesinato de Miguel Ángel Blanco, el terrorismo de ETA llegó a una de las cotas más altas de infamia y de cobardía”. “Por ello, ni podemos ni queremos ni podemos olvidar”, subrayó.
El jefe de la oposición recordó que, en su programa electoral para las elecciones del 23 de julio, se compromete a “utilizar todos los medios y ponerlos a disposición de la justicia y del Estado de Derecho para seguir investigando los 379 asesinatos de ETA que aún están sin resolver”.
Homenajes y exaltación
Junto a ello, destacó que también plantea modificar el delito de homenaje y exaltación a terroristas para impedir “actos de humillación de las víctimas”. Otro de sus principales objetivos es someter a consideración del Consejo de Estado un proyecto de ley para impedir que puedan pertenecer a las listas electorales personas condenadas por delitos de terrorismo. “Entendemos que es nuestra obligación y nuestra misión”, enfatizó.
Núñez Feijóo expresó también que las víctimas “inspiraron un dolor indescriptible en toda la nación española y también una rabia contenida”, pero, sobre todo, “una fuerte resolución”, que ha sido la que “ha derrotado a los asesinos y la que tienen que seguir derrotando a sus secuaces”.
En esa línea, aseguró que “no debemos olvidar que quienes mataban usaban la coartada de ideas que animaban a ejecutar a personas” como el edil de Ermua. “Si esas ideas no pudieron con la fuerza democrática entonces, tampoco deben poder ahora. Ni el presente ni el futuro de España debe ser impuesto por quienes planificaron, ejecutaron o aplaudieron los crímenes como el de Miguel Ángel Blanco, tampoco por aquellos que nunca se arrepintieron o por aquellos que siguen sin colaborar en la resolución de tantos asesinatos o que dan cobijo a esos asesinos”, argumentó.
Tras recordar que Blanco era “un vasco con raíces gallegas”, subrayó que en Ermua “fue feliz, trabajó y colaboró de concejal para hacer más fuerte la democracia vasca y la democracia española”. “Lo asesinaron los que querían acabar con un País Vasco libre y con una España democrática. El espíritu de Ermua supo reconocerlo al gritar: Vascos sí, ETA no. Era una forma de decir que ETA era el principal enemigo del pueblo vasco, de su libertad, de su progreso y de su convivencia”, manifestó Feijóo.
Por ello, incidió en lo que “la España democrática le debe a Miguel Ángel Blanco, a él y a todas las víctimas del terrorismo etarra”. “Nuestra democracia ha superado golpes de Estado, sediciones y un terrorismo infame al que los españoles supieron hacer frente con determinación y con serenidad”, añadió.
A su juicio, el terrorismo “no sólo fue incapaz de doblegar a la democracia española, tampoco consiguió que los españoles sustituyeran el afán de justicia por el ansia de venganza”.