Actualizado hace 4 minutos
Hay mucha gente cuyo único contacto con el campo es a través de la televisión, del día que van a ver una cascada y dejan el coche en un pueblo o de la casa rural que alquilan un fin de semana en primavera. Y son esos visitantes ocasionales los que tienen pequeños conflictos con los lugareños quejándose del canto del gallo, del ruido del tractor o del olor de las deposiciones de las vacas.
Proposición de ley del PP
Parece que esos problemas son muy importantes para el PP de Asturias, que ha decidido llevar a la Junta General del Principado una proposición de ley que proteja los sonidos y los olores que son consustanciales a la vida diaria en el campo, dentro de una estrategia de hacer ver que son los verdaderos defensores del mundo rural. Eso sí, sin criticar el turismo rural pero sí reflejando los choques que ocurren entre quienes viven en esos entornos y “los urbanitas” y los “rurales reconvertidos” (jubilados o quienes han convertido su casa en el campo en una casa rural), que cuestionan esos sonidos y olores tan típicos del campo.
![Un gallo ajeno a la proposición del PP.](https://cdn2.ondavasca.com/bc46a001-0b0f-499f-842f-cf8c735e50e0_source-aspect.jpg)
Un gallo ajeno a la proposición del PP.
El partido conservador ha presentado en la proposición de ley un largo texto que se resume en la siguiente frase: “Los turistas quieren el campo, pero sin las servidumbres del campo. Quieren vivir en la naturaleza, pero en una naturaleza muerta, insonorizada e inodora”.
Lista de sonidos y olores
Y para ello ha elaborado una lista de los sonidos de animales que deben quedar amparados por la ley: los de vacas, caballos, burros, cerdos, cabras, ovejas, gallos, gallinas, palomas, patos, gansos, pavos, ocas, perros y gatos. También han preparado otro listado de olores que se deberían proteger: “A estiércol y purines, a cubiles, a gallinaza, a silo, a humo, y a pelo quemado”.
Para terminar, creen que también hay que incluir los ruidos que emite la maquinaria que se utiliza en el campo: “Cadenas, camiones, cencerros en sus diferentes tamaños y denominaciones, desbrozadoras, empacadoras, motosierras, ordeñadoras, otro tipo de utensilios, maquinaria y herramientas similares propios de la actividad agrícola y ganadera, radiales, relojes y campanas, segadoras, taladros, talleres de soldadura, tractores, vehículos de transporte”.
"La vaca muge"
Así se constituiría un “Patrimonio Sensorial Rural Asturiano” que deberían proteger no sólo el Principado, sino todas las instituciones regionales y locales, “poniéndolo a resguardo de cualquier cuestionamiento, intromisión o ataque externo”. Una defensa, redactada de una forma un tanto curiosa, que se basa en que “la vaca muge y hace sus necesidades donde el cuerpo se lo pide, los caballos relinchan, los perros ladran, y lo hacen cuando lo tienen a bien, sin pautas preestablecidas que puedan ser controladas por el hombre. Son sonidos y olores naturales que forman parte del acervo cultural rural”.