La Comisión de Salud Pública no ha logrado aprobar el plan de los técnicos de Sanidad para vigilar y controlar la epidemia de gripe y otras infecciones respiratorias agudas. ya que varias comunidades autónomas gobernadas por el PP pusieron reparos al documento presentado por el Ministerio de Sanidad. Tras estudiarlo algunos de los directores generales de las comunidades del PP consideraron que el plan, en el que Sanidad propone un endurecimiento gradual del uso de mascarilla, entre otras actuaciones, está “poco maduro”.
En una reunión telemática, la Comisión de Salud Pública decidió convocar una nueva reunión extraordinaria en noviembre para volver a debatir el documento incorporando las aportaciones de los gobiernos autonómicos.
La Comisión pospone así su decisión sobre el plan de medidas para afrontar la próxima temporada de infecciones respiratorias en el que el Ministerio de Sanidad proponía un endurecimiento gradual del uso de mascarilla.
La ministra de Sanidad, Mónica García, aspiraba a lograr un consenso con la estrategia 'Evaluación del riesgo y recomendaciones para el control de las infecciones respiratorias agudas'. El documento planteaba una serie de recomendaciones para mitigar el impacto de las infecciones respiratorias este otoño e invierno.
El plan dibujaba cuatro escenarios posibles de riesgo (0, 1, 2 y 3) en función de determinados indicadores -como la tasa de incidencia, hospitalizaciones e ingresos UCI y ocupación de camas, entre otros-, en los que aplicar una serie de actuaciones homogéneas en todas las autonomías, aunque con la puerta abierta a que cada una añadiese otras nuevas según su situación.
Una de esas medidas es el uso de mascarilla, que Sanidad recomienda en todos los escenarios, aunque con una ampliación gradual de su uso según vaya empeorando la situación epidemiológica.
El origen de este documento se fraguó en el anterior pico de infecciones respiratorias el año pasado, en el que el Ministerio acabó imponiendo el uso de mascarillas en todos los centros sanitarios del país, una intervención que el Ministerio no quería volver a repetir, según ha comentado varias veces la ministra García. Para cuando reaccionó, las comunidades autónomas ya habían activado sus respectivos planes de actuación, incluyendo la del uso de la mascarilla a nivel de recomendación a la ciudadanía, ya que no ha lugar a la obligatoriedad en tanto no exista una declaración de emergencia epidemiológica o alerta sanitaria.