Aitor Esteban escuchó la semana pasada el discurso de la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo con la sensación de que estaba presenciando en ocasiones al doctor Jekyll, por la forma en que trataba de suavizar algunas declaraciones, y en otros párrafos le parecía estar escuchando al desenfrenado míster Hyde.
Esa sensación perdura por declaraciones como las que pronunció ayer el coordinador general del PP, Elías Bendodo, quien aseguró que las relaciones con el PNV “van a seguir siendo cordiales” a pesar de su voto en contra de Feijóo pero, al mismo tiempo, retó a los jeltzales a aclarar si forman parte del bloque “progresista de izquierda”, un mensaje que repite con insistencia el PP con la intención de restar votos al PNV en las elecciones vascas de primavera, o en una hipotética repetición de las generales.
“Cuando Sánchez habla de que después de las elecciones del 23 de julio se ha configurado una mayoría progresista y de izquierdas en el Congreso, yo pregunto si dentro de la mayoría progresista y de izquierdas en el Congreso está Junts, pero sobre todo, si está el PNV, porque yo no sabía que el PNV era progresista de izquierda”, dijo Bendodo en una rueda de prensa en la sede del PP. “Esa pregunta la debería responder el PNV ahora que viene la investidura”, lanzó. Pero quiso salvaguardar al lehendakari e interpretar que Urkullu había tendido la mano al PP en sus declaraciones en la Ser, donde pidió a Feijóo que corrija su tono. Es “conocida la buena relación y la sintonía personal” entre Urkullu y Feijóo, cree Bendodo. “Esa cordialidad se mantiene y los contactos se han mantenido, y estoy convencido de que las relaciones del PP con el PNV van a seguir siendo cordiales”, dijo. Aseguró recoger “el guante” de la supuesta mano tendida.