El PP recupera el discurso del “fraude” en las ayudas

El PP afrontará las elecciones vascas del 21 de abril presentándose como alternativa a PNV y PSE en su conjunto, porque a su juicio han emprendido un mal proyecto desde 1986 y lo han gestionado de manera inadecuada. Su candidato y presidente, Javier de Andrés, clausuró ayer la convención Euskadi Abierta en el Palacio Euskalduna de Bilbao planteando una serie de debates que en los últimos años han sido habituales en su partido y que pretenden amplificar la cuestión de la “inseguridad” en las calles o el “fraude” en el cobro de las ayudas sociales, una última consigna que ya le jugó una mala pasada durante la época de Javier Maroto en Gasteiz porque provocó un fuerte rechazo, su aislamiento político y posterior desalojo. La convención también planteó reivindicaciones relacionadas con la calidad de Osakidetza.

De Andrés pidió “dejar de mirarse el ombligo como hacen PNV, PSOE, Bildu y Podemos” y añadió que “es verdad que ha habido una mala gestión, pero también un mal proyecto de PNV y PSOE desde 1986”. Ese proyecto, a su juicio, es “el que nos ha llevado a este declive” y han intentado “separarse del resto de España con la legislación desde nuestras competencias, desde la normativa en empleo, exigencias administrativas, en burocracias… Es lo que antes llamaban la construcción nacional y, en algunas cosas, lo han conseguido”. A juicio de De Andrés, “ya no somos lo que éramos; no tenemos ni el peso económico ni el peso industrial que teníamos, y sufrimos de enormes carencias en el desarrollo tecnológico”. Apostó por “volver a jugar en la Champions”.

La Convención se saldó con cuatro comunicaciones. La primera de ellas, sobre seguridad y ámbito institucional, fue fruto de un debate que parte de la idea de que la sociedad vasca “ya no aguanta más la inseguridad”, el PP apuesta por reforzarla y por un nuevo modelo de gestión policial porque “sin seguridad, no hay libertad; y sin orden, no hay bienestar”. También se defendió la foralidad y el Concierto Económico, e incidió en otro mensaje ya conocido, el mérito por delante “de políticas lingüísticas alejadas de la realidad”.

El debate sobre educación, pidió libertad para elegir la lengua de enseñanza en las escuelas, así como nuevas políticas que atraigan a la juventud. Sobre economía e infraestructuras, se apostó por el TAV. En el último capítulo, sanidad y acción social, el PP aseguró que Osakidetza “ha pasado de ser un servicio de referencia a uno de los principales problemas para la ciudadanía vasca”. Además, según la nota de prensa, el PP defendió “una inmigración ordenada y legal” y revisar el modelo de ayudas sociales “para evitar el fraude y los abusos; y, en el caso de las personas que llegan de otros países, vincular esas ayudas a la formación y al empleo de cara a lograr una verdadera integración”.