Vox tiene claro el papel que juega su moción de censura: arrinconar al PP para minar su liderazgo de la oposición o, como poco, tratar de restarle el máximo de apoyos para condicionar los pactos tras las elecciones. El partido de Alberto Núñez Feijóo intenta sortear el obstáculo hurgando en las crisis internas del que denomina “Gobierno de colisión” y centra sus ataques en Pedro Sánchez para liberarse del foco que quiere prender la ultraderecha. Un papel nada fácil, hasta el extremo de que la formación de Santiago Abascal le conmina desde ya a que procure no retomar el discurso que empleó Pablo Casado en la anterior moción. Y es que el único fin que persigue ahora Vox es liderar la agenda política momentáneamente y vender el mensaje de que el escenario es un combate entre ellos y el PSOE del “ilegítimo y autócrata” presidente del Gobierno, para poner en evidencia que el PP “le compra todo” a los socialistas, sigue sus políticas sin rechistar y desde el principio quiso quedarse al margen apuntando hacia la abstención.
Con intención de frenar el ascenso de los populares en las encuestas y la apuesta por el voto útil que proclama Génova, Vox quiere amarrar con firmeza la posibilidad de ser determinantes en la formación de futuros gobiernos y no quedarse en la irrelevancia como ocurrió con la candidatura de su exdiputada en las andaluzas, Macarena Olona, revuelta hoy día contra las estructuras de la fuerza de extrema derecha. “El PP se queja mucho de lo que hacemos nosotros, pero ellos hacen más bien poco”, advierte Iván Espinosa de los Monteros, apuntando a que quizá a los populares lo que les molesta es verse “en un espejo” de lo que debería hacer su formación, como la intensa actividad parlamentaria, las movilizaciones en la calle o la agenda judicial. “Ellos quizá estén molestos porque ven la diferencia entre un partido que hace cosas y otro que está aparentemente cómodo con la situación actual y esperando un relevo como por arte de magia”, acusó el portavoz de Vox a Feijóo, a quien avisó: “Si yo fuera ellos, sería muy respetuoso con Ramón Tamames”, que abanderará la moción.
El PP fundamenta su abstención en que se trata de un “show político” que solo contribuirá a dar una victoria parlamentaria al Gobierno de Sánchez. Y a pesar de que respeta la decisión personal del excomunista Tamames de encabezar la moción como candidato independiente y con el único objetivo de convocar inmediatamente elecciones generales, considera que Vox actúa “con poco respeto”. “España hay que tomársela un poquito más en serio que simplemente ir un par de tardes al Congreso, con alguien que sabe que no va a ser presidente y un partido al que se le ha ocurrido incrementar el show”, exclamó Feijóo, que durante la clausura del acto de presentación de los 313 candidatos del PP a las alcaldías de Galicia el 28-M, centro sus reproches en el Ejecutivo de coalición por “no escuchar a los que saben”. “¿Cómo va a presidir Europa alguien que no es capaz de organizar su Gobierno para proteger a las mujeres y defender Europa?”, se preguntó el presidente de los populares, en referencia a la ley del solo sí es sí y a la polémica de los trenes en Cantabria y Asturias. “Sánchez presume de feminismo sin escuchar a las feministas, hace leyes sin escuchar a los juristas y se dedica a hacer trenes sin hablar con los ingenieros”, se burló.
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“Da igual lo que ocurra durante la semana, lo que está garantizado es que habrá lío dentro del Gobierno: no sabemos si todos los días o también por la mañana y por la tarde a diario, pero hay líos”, criticó Feijóo, atacando al líder del PSOE por tener “ministras a la fuga” o a “una ministra que me diga que no aguanto la presión”. A su entender, solo con el PP se podrá abandonar “la política que señala, que divide y que enfrenta”: “La suma de minorías radicales no podrá imponerse a las mayorías democráticas de nuestro país. Más pronto que tarde, dejarán de condicionar el Gobierno de España aquellos que se mofan de la unidad de España, aquellos que nos dicen hay un cambio histórico en la política española, porque ahora el Gobierno de España depende de aquellos que se quieren ir de España”, argumentó el jefe de la oposición.
Oxígeno para el PSOE
Mientras tanto, Moncloa agradece la moción para poder confrontar los modelos y equiparar al PP con Vox. Lo hizo este sábado mismo el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, para quien, aunque este mecanismo lo haya presentado Vox, “ha ido de la mano” de Feijóo, quien “se sentó y se reunió” previamente tanto con Abascal como con el candidato propuesto, el economista Tamames. El dirigente socialista lamentó que el presidente del PP no haya tenido “la valentía” ni de firmar la moción de censura ni de votarla en contra y le echó en cara que su partido haya anunciado que se abstendrá y no la rechace, como sí hizo cuando el líder de los conservadores era aún Casado. Asimismo, Cerdán hizo alusión a la expresión de Feijóo sobre la “gente de bien”, lo que a su entender representa “toda una ideología resumida en una sola frase” y que presupone que al líder de la oposición le gusta dividir a los ciudadanos entre los que son “de primera” y los “de segunda”.
“ España hay que tomársela más en serio que ir simplemente un par de tardes al Congreso alberto núñez feijóo ”
Alberto Núñez Feijóo
Al esperpento de la moción solo le faltaba además la exculpación de Tamames, que justifica que haya aceptado la propuesta de Vox porque coincide plenamente en su adhesión a la Constitución, la monarquía parlamentaria y la unidad de España, y en que el Ejecutivo pretende dominar a los poderes judicial y legislativo. Su determinación de encabezar la que será la sexta moción de censura de la democracia, y la primera que encabeza un candidato fuera de la política activa, permitirá tanto al PSOE como a Vox tratar de poner de manifiesto “quién está con Sánchez y quién no”. Y es que en Vox defienden que en la oposición realmente solo quedan ellos. Toda una patata caliente para el PP.