DONOSTIA – El precio del gas parece ser el tema estrella de este año. Y no es para menos. Junto con la guerra entre Rusia y Ucrania. Ambas parecen inseparables e irresolubles.
Palabras como “precio de los combustibles”, “bloqueo del cereal” o “restricciones de gas” son algunos de los grandes temas que se vienen colando en buena parte de los titulares de este y otros medios y todos ellos van de la mano del conflicto.
La guerra entre Rusia y Ucrania está haciendo que los peores presagios a nivel económico se confirmen. Una crisis sobre la que la propia consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, ya reconocía en el pasado mes de febrero que estaba teniendo un impacto directo en Euskadi.
Según datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat), Euskadi adquirió de Moscú en 2021 más de tres millones de toneladas de productos por los que pagó 1.378 millones de euros. Es decir, la compra de productos al país de Vladímir Putin supuso el 75% de los intercambios comerciales que realizaron las empresas vascas con este país y con Ucrania.
El grueso de estos intercambios fueron energéticos. El crudo, el gas, el petróleo refinado y los productos químicos sumaron más de 1.200 millones de euros.
La pérdida parecía que podía ser fatal si se cortaba cualquier tipo de relación con Rusia ya que casi la mitad del gas de importación de Euskadi provenía de barcos metaneros rusos, así como las casi dos millones de toneladas de petróleo procedentes del mismo país suponían también prácticamente la mitad de la importación petrolera.
ALTERNATIVA VASCA
Sin embargo, el director del Ente Vasco de Energía (EVE), Iñigo Ansola, recordaba el pasado miércoles que afortunadamente, en Euskadi tenemos Bahía Bizkaia Gas, la regasificadora del Puerto de Bilbao y eso nos permite importar el gas desde cualquier parte del mundo. “Esto nos da una flexibilidad muy importante. Más del 100% del gas que hemos consumido ha venido por aquí y nuestra dependencia es mínima”, subrayó.
Pero, aunque a día de hoy el gas ruso que llega a Euskadi es mínimo y se ha incrementado la compra en países como Guinea, Trinidad y Tobago, Estados Unidos y Nigeria (entre otros), la guerra entre Rusia y Ucrania sí ha afectado a las importaciones de manera contundente y, según adelantó Tapia el pasado martes, lo previsible es que sigan creciendo los precios del gas, del petróleo y también de la electricidad.
La guerra de Putin, para algunos, y las sanciones contra sus hidrocarburos, para el otro, tienen gran parte de culpa de las tensiones que se están dando entre oferta y demanda en el suministro mundial.
Nos hallamos ante una restricción de la oferta que supone un alza de los costes de los combustibles. Especialmente en el precio del gas. Y de eso no se puede escapar.
Esta carrera de precios, además de tener un gran impacto para la industria y para las empresas, deja estragos en los hogares y en las economías domésticas.
Así, nos familiarizamos por completo con el término “euros por megavatio-hora” para intentar mitigar en nuestras casas el impacto de esta crisis que se trasladaba en forma elevados precios en la luz y en el gas dedicado a la cocina, el agua caliente o la calefacción.
Y parece que tendremos que seguir con las labores de paliación porque los datos no son esperanzadores.
“Mientras tengamos esta situación geopolítica seguiremos sufriendo. A ver si impera la cordura”, espera Ansola. El director del EVE reconocía que no sabemos a qué cotas puede llegar el precio del gas y la electricidad.
SUBE también EL PETRÓLEO
Entre los meses de enero y mayo de este año 2022, la Secretaría de Estado de Comercio, en su web de estadísticas de comercio exterior de mercancías de España (DataComex), muestra en sus datos sobre importaciones energéticas en Euskadi, una subida del precio del gas 4,7 veces superior al valor de esos mismos meses de 2021 y otro aumento en el precio del petróleo de un 1,8 en comparación al año pasado.
Esto se traduce en que, con apenas una diferencia de 78.623,3 toneladas más de gas importadas durante los cinco primeros meses de 2022 con respecto al mismo periodo de 2021 (fueron 379.417,6 el pasado año y son 458.040 lo que va de este), el precio ha pasado de los 64.993,7 millones de euros que se sumaban en esos meses de 2021 a los 368.245,1 millones de euros que cerraban el mismo periodo de 2022. Un total de 303.251,4 millones de euros más para este año.
Una variación que hace que el precio por tonelada de gas ascienda de los 171.000 euros en los que se situaba el pasado año a los prácticamente 804.000 euros de este. Un ascenso que multiplica por 4,7 el valor del gas con respecto a 2021. Y lo previsible es que el precio del gas siga aumentando. Esta semana, los países de la UE han aprobado, en tiempo récord, la propuesta de la Comisión Europea de reducir un 15 % el consumo de gas de cara a un posible corte total del suministro por Rusia este invierno. l
Petróleo
l Casi al doble. De enero a mayo del pasado año, el precio por tonelada se pagada a 363.400 euros; mientras que en 2022 el precio por tonelada se ha situado en 657.803 euros. Una subida que ha llevado a importar menos petróleo que el año pasado pero a gastar más en su adquisición. En total han sido 3.651.453,6 toneladas de petróleo (236.044,8 toneladas menos que en 2021) que han supuesto un coste de 2.401.973,4 millones de euros (989.255,6 millones de euros más que el pasado año).