Gipuzkoa

El precio de la independencia sube y los jóvenes no pueden pagarlo

Los jóvenes quieren independizarse desde los 25 años pero la mayoría no puede hacerlo hasta cumplir los 30
El precio de la independencia sube y los jóvenes no pueden pagarlo
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El Gobierno Vasco quiere que uno de cada dos jóvenes estén emancipados en 2023, pero, ¿Es un objetivo realista? Con las reglas del juego actuales, no lo es.

La capital guipuzcoana se ha convertido en los últimos años en una ciudad prohibitiva para los más jóvenes que ven truncados sus deseos de emancipación. Maialen Olabe, presidenta del Consejo Vasco de la Juventud nos contaba en Gipuzkoako Kale Nagusia de Onda Vasca que "los jóvenes quieren independizarse desde los 25 años pero las posibilidad de acceder a un alquiler comienzan a aparecer a los 30". La precariedad laboral colabora en esta imposibilidad de independencia junto con el contexto del mercado inmobiliario que tiene los precios disparados.

La periferia de Donostia supera los 750 euros de alquiler mensual y es, en los últimos meses, la zona que más a disparado los precios, con respecto al centro de la capital, "el centro no crece igual" nos decía José Luis Polo, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Gipuzkoa (APIS).

Polo, destacaba que, además de la subida de los precios, la creación de vivienda nueva y protegida en zonas como Astigarraga, Oiartzun o Tolosa ha provocado el éxodo de los jóvenes a estos pueblos cercanos.

Aún así, la tendencia es al alza y los alquileres siguen subiendo, una situación, que el propio presidente del Colegio de APIS, considera insostenible. Los jóvenes no se plantean el alquiler libre si no es con ayudas, de hecho, contaba Olabe, la mayoría de las preguntas que llegan al Consejo Vasco de la Juventud tienen que ver con las solicitudes de ayudas para el alquiler como las de Gaztelagun.

El Gobierno Vasco fija en un 30% el esfuerzo de inversión recomendado para acceder a una vivienda, un porcentaje que no se corresponde con el que realizan los jóvenes a día de hoy. Es por ello que se retrasa el desarrollo de un proyecto de vida digno, algo que desde el Consejo creen podría paliarse con medidas que regulen el precio del alquiler en el mercado libre, el aumento del parque público y salarios dignos. 

La vivienda, un elemento básico para la dignidad de las personas, se ha convertido en un lujo. La mayoría de los jóvenes, además, se ven empujados a compartir piso, algo que se ha normalizado pero no responde al elemento dignificante. Por otro lado, Polo destacaba que quien alquila no lo hace de forma voluntaria ya que se alquila por cuestiones de necesidad y de imposibilidad para acceder a una vivienda en propiedad.

24/03/2023