El presidente de Irak, Barham Salí, ha propuesto la celebración de elecciones parlamentarias anticipadas para sortear el caos en que ha derivado el anuncio del clérigo Muqtada al Sadr sobre su retirada de la vida política en el país árabe.
Irak celebró sus últimas elecciones en octubre de 2021, pero la incapacidad de los actores políticos para reajustar el frágil equilibrio entre facciones y formar Gobierno ya llevó al propio Al Sadr a reclamar nuevos comicios, sacando a sus fieles del Parlamento.
El presidente ha tomado la palabra con un discurso en el que ha expresado su consternación por las escenas de tensión del lunes y reclamar el fin de la violencia, para lo cual ha agradecido la posición "responsable" del propio Al Sadr de llamar a la calma, informa la agencia INA.
Salí, que ha aludido a la elevada abstención de las elecciones de 2021, cree que es momento de sacar de nuevo las urnas como forma de garantizar la estabilidad social y política y emprender las reformas que viene reclamando en las calles la ciudadanía, cada vez con más contundencia.
Irak aún se rige por el sistema de reparto de poderes establecido tras la caída del régimen de Sadam Husein, en virtud del cual la jefatura de Estado está reservada a un representante de la comunidad kurda -Salí desde octubre de 2018-. Corresponde a un chií ser primer ministro, mientras que la presidencia del Parlamento queda reservada para los suníes.