El presidente interino del Consejo General del Poder General (CGPJ), Rafael Mozo, ha pospuesto su decisión de aceptar o rechazar la renuncia de la vocal progresista Concepción Sáez, tras un Pleno en el que varios vocales han reprochado a su compañera que dimita ante la "insostenible" situación del CGPJ.
El orden del día del Pleno ordinario celebrado este jueves contemplaba la "dación de cuenta" de la renuncia individual presentada por Sáez y el "análisis de la situación actual" del CGPJ tras la iniciativa lanzada por el vocal Álvaro Cuesta para propiciar una dimisión en bloque del grupo progresista con la que forzar la renovación del Consejo, pendiente desde hace cuatro años.
Según las fuentes del órgano de gobierno de los jueces consultadas por Europa Press, el debate ha girado en torno a la renuncia de Sáez, que se ha encontrado con los reproches de varios compañeros que no ven justificadas las razones que aduce para su partida.
En la carta enviada a Mozo el 13 de marzo, que se conoció la semana pasada, Sáez apuntaba a la "insostenible" situación del Consejo, tanto por la interinidad que sufre desde el 4 de diciembre de 2018 como por las tensiones internas.
En las opiniones expresadas este jueves ha habido matices, ya que mientras algunos han criticado directamente su dimisión, otros han discrepado pero respetando su libertad para dar este paso.
Desde el bloque progresista, algunos vocales han aprovechado el debate plenario para manifestar lo que ya hicieron en la reunión del pasado martes --cuando se descartó la renuncia colectiva--, esto es, que no abandonarán el cargo.
CUESTA CONTINÚA
Entre los que han tomado la palabra destaca Cuesta, que lo ha hecho para alabar la trayectoria de Saéz, así como para lamentar su eventual salida por suponer una merma del pluralismo en el CGPJ.
Sin embargo, Cuesta no ha aludido en ningún momento a si él seguirá el ejemplo de Sáez, cuestión que sobrevuela desde que el pasado martes trasladara a sus compañeros que se "reserva" ese movimiento.
Desechada la vía de la dimisión en bloque, la única renuncia que hay sobre la mesa es la de Sáez, que debe ser aceptada o rechazada por Mozo. El presidente interino no ha revelado qué hará, si bien se espera que resuelva en los próximos días, de acuerdo con las citadas fuentes.
La salida de Sáez, designada en su día a propuesta de Izquierda Unida, aumentaría la brecha entre el ala progresista, que se quedaría con siete vocales --Mozo incluido--, y la conservadora, con diez.