La Martina Pottery es uno de esos lugares únicos, un rinconcito en el que durante unas dos horas, uno puede pintar sobre cerámica, mientras se toma un café y disfruta del ambiente. Ubicado en la Ribera de Deusto, el local abierto por Sabrina Escobar en septiembre ha acercado hasta Bilbao un nuevo concepto de ocio y disfrute; un Ceramicafé. Se trata de un bonito espacio en el que, como describe su impulsora, “la gente puede venir, elegir una pieza de cerámica y pintarla, mientras además se toma un café”.
Pero que no cunda el pánico, no hace falta ser un artista de primer nivel para atreverse a pintar una de las piezas cerámicas que tienen en el local. “Tenemos plantillas y también podemos imprimir algún dibujo, hacer plantillas de lo que quiera la gente”, explica Escobar. Son piezas de cerámica que luego se pueden utilizar, como tazas, platos, servilleteros o morteros, entre otros.
El concepto es sencillo pero innovador: “El proceso dura unas dos horas, en las que empezarán escogiendo la pieza. Después les damos todo lo necesarios para dibujar y pintar la pieza”. Una vez terminada la obra, “nos la dejan aquí y en unos días la pueden recoger”. Y es que en el mismo local cuecen la cerámica en un horno, por lo que después de pueden utilizar como cualquier otra pieza cerámica de uso doméstico.
El local lleva unos pocos meses abierto (Ribera de Deusto 53), pero “la gente se está animando”, desde familias a cuadrillas que celebran un cumpleaños. La Martina Pottery ofrece un plan diferente y divertido para disfrutar como se quiera, en compañía o solo. El ambiente de una cafetería bonita se funde aquí con el arte de la pintura y cerámica. “No somos una cafetería, pero cuidamos también que se puedan tomar un café rico o una infusión y un bollo”, ya que “la idea es que puedan disfrutar de un plan diferente”.