El 31 de agosto de 1997 el mundo se conmocionó ante la inesperada noticia de la muerte de la princesa Diana de Gales con tan solo 36 años. El accidente automovilístico, ocurrido en el Puente del Alma, en París, también se cobró la vida de su pareja, Dodi Al Fayed, y del conductor del vehículo. Así, 25 años después del suceso, Frederic Mailliez, el primer médico que atendió a Lady Di y una de las últimas personas en verla con vida, aún recuerda la escena que encontró en aquel puente: "Me doy cuenta de que mi nombre siempre estará asociado a esta noche trágica".
Mailliez ha contado a The Associated Press que aquella noche volvía a casa de una fiesta cuando vio un Mercedes humeante, casi partido por la mitad, en el puente parisino. Cuando abrió la puerta vio que, de los cuatro pasajeros, solo los dos de la derecha mostraban signos de estar con vida.
Como el hombre del asiento delantero se encontraba en mejor estado, Mailliez decidió atender a la mujer. Ella "estaba sobre sus rodillas en el piso del Mercedes" con la cabeza gacha y problemas para respirar. El médico llamó a los servicios de emergencias y buscó en su coche una bolsa respiratoria que le ayudó a recuperar "un poco de energía, pero no podía decir nada".
En aquel momento, Frederic Mailliez no fue consciente de que la mujer a la que estaba tratando era la princesa Diana: "Me di cuenta de que ella era muy hermosa, pero mi atención estaba tan enfocada en lo que tenía que hacer para salvar su vida que no tuve tiempo de pensar quién era esta mujer".
"Fue un shock enorme saber que ella era la princesa Diana y que había muerto", asegura Mailliez. Y no solo eso. El médico también ha comentado que, tras conocer la identidad de la mujer a la que atendió, le surgieron las dudas sobre si hizo todo lo que estuvo en su mano para salvarle la vida. Tanto sus profesores de medicina como los investigadores de la policía están seguros de que sí.