El primer reto de la MCP de la nueva legislatura: en marcha las obras de la planta de tratamiento de residuos de Imárcoain

Con el objetivo de que, para 2035, la Comarca de Pamplona pueda cumplir el reto marcado por la Unión Europea y tender al vertido cero, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona inicia su nueva legislatura con el reto más importante entre sus manos: el inicio de las obras de la Planta de Tratamiento de Imárcoain, cuyo fin se espera para finales de 2025 o 2026.

El nuevo centro, para el que se prevé una inversión de 66 millones de euros, tiene un plazo de ejecución de 24 meses (de 30 para su puesta en marcha), y según el gerente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, Alfonso Amorena, "después de haber hecho todas las tramitaciones del PROSIS, y con más de año y medio de retraso (ha habido casi una treintena de recursos, la casi totalidad desestimados y queda 1)", finalmente arrancan las obras de un centro de tratamiento con el que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona quiere "acabar con esta deuda ambiental pendiente", como se señala textualmente en el acuerdo programático que esta misma semana firmaban Independientes, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo Zurekin que marcará las líneas de actuacion de la nueva legislatura de la MCP.

Navarra

La primera fase del sellado de Góngora, ya el año que viene

Mariví Salvo | DNN

Para primavera se quiere tener el proyecto de clausura de la zona donde se vertió hace ya 30 años

En su primera fase, que ahora arranca, del futuro Centro Ambiental de la Comarca de Pamplona, se contempla "la implantación general, movimiento de tierras, viales, redes enterradas de todos los servicios, depósito de retención de aguas pluviales", así como acometidas exteriores e interiores, la cimentación de todos los edificios, y la construcción "del edificio administrativo excepto sus instalaciones y los dos biofiltros", se indica. Aprobado por el Consejo de SCPSA en enero de este año, el proyecto de construcción del CACP (Fase 1.1.) tiene un importe de ejecución por contrata de 14.368.062,32 euros (21% de IVA excluido), La segunda fase será la correspondiente a las naves y la tercera, la destinada a los equipos, recuerda Amorena.

Recreación del aspecto final que tendrá el Centro Ambiental de la Comarca.

A FCC POR 66,18 MILLONES

La redacción del proyecto, ejecución y puesta en marcha del Centro de Tratamiento de Imárcoain fue adjudicada en noviembre de 2021 a la UTE FCC Medioambiente, S.A.U. - FCC Construcción, S.A. por 66,18 millones de euros (sin IVA). "En principio, según lo que se adjudicó, en el centro se contempla el tratamiento de la materia orgánica, que ahora se lleva fuera porque no tenemos planta; el tratamiento de los envases, que ahora se hace en Góngora, y el tratamiento de la fracción resto, que en estos momentos va directamente al vertedero", recuerda Amorena.

Cada año, la MCP entierra en Góngora 90.000 toneladas de residuos sin tratar, unas cifras que afortunadamente se ha conseguido ir reduciendo un 13,5% en los últimos años, por el éxito del contenedor de tarjeta. Pero todavía no es suficiente. El Gobierno de Navarra cobra a la MCP un canon medioambiental de 40 euros por cada tonelada vertida, una millonada al año. De ahí, la importancia de esta instalación, porque, además, en 2024 concluye el convenio con Góngora y el vertedero se tendrá que clausurar para siempre. Pero, además de leyes y convenios, se trata de un compromiso con la ciudadanía del futuro, porque la materia orgánica de los vertederos es una de las principales responsables de los gases de efecto invernadero.

EL LLAMADO 'RECHAZO'

Con el nuevo centro se va a conseguir recuperar tanto el material puro que llega del contenedor de orgánica, como la parte orgánica que se separa del contenedor de resto, y el que está mezclado entre los envases. El material más limpio se utilizará para hacer compost para la agricultura, y el segundo, para producir un producto "bioestabilizado" (no vivo) para "recuperar suelos", por ejemplo. El 25% de la basura será depósito de "rechazo" (restos de madera, plástico, ladrillo, trozos de cristales, etcétera), sin valor, y se utilizará para rellenar canteras o zonas degradadas. "En otros países como Alemania o Dinamarca se utiliza también como combustible o se incinera", destacó Amorena.

Buscar una solución para este material denominado "rechazo" es un objetivo primordial. "Son necesarias soluciones a dos niveles: para una primera reducción del rechazo inicial (30.000-40.000 toneladas año en la Comarca) y otra para el depósito del rechazo final (material inerte no aprovechable, etc.)", señaló esta semana el presidente Campión. "Porque estamos caminando hacia una comarca sin zona de vertido".