En los programas en directo nunca se sabe cómo puede acabar una entrevista, e incluso a veces algunos invitados dejan a público y presentadores con la boca abierta por su forma de conducirse o por sus declaraciones, tal y como ha pasado en ‘El programa del verano’.
El espacio de las mañanas de Telecinco vivía una de las entrevistas más surrealistas de la historia del programa, debido a la intervención de uno de los okupas que, desde hace cuatro meses, habitan en un chalet de la localidad de Villaviciosa de Odón, en Madrid, tras asegurar que habían pagado 2.000 euros por las llaves de la vivienda.
LA ENTREVISTA MÁS SURREALISTA DE ‘EL PROGRAMA DEL VERANO’
Los vecinos de estos okupas han hecho saltar las alarmas tras quejarse por las supuestas actividades ilegales que tienen lugar en el interior de la casa.
Ante las acusaciones que se han vertido sobre ellos, uno de los okupas del chalet, David, ha querido dar la cara y desmentir la información aportada por los vecinos de otros chalets de la misma zona ante las cámaras de ‘El programa del verano’, sin embargo, sus explicaciones no han hecho más que empeorar la situación.
“Yo soy el propietario”, aseguraba David sobre la vivienda que, según los vecinos, funciona como una ‘narcocasa’, algo que el okupa negó de manera rotunda: “Eso es mentira. Además, no tengo ningún problema en que entren a mi casa y la revisen de arriba a abajo. No tengo nada que esconder. Encima tengo un coche de la policía todos los días delante de casa”, aseguraba.
Sin embargo, David aún no había pronunciado sus palabras más insólitas: “Soy el propietario de esta vivienda. Llevo cuatro meses aquí viviendo y compré las llaves por 2.000 euros”, afirmó y añadió que los vecinos lo intimidan porque “quieren es que me vaya, pero yo no me voy a ir”, y añadía que “mientras siga viviendo en la calle, sin trabajo y sin nada, no me voy a mover de aquí hasta que un juez me diga lo contrario. Cuando encuentre un trabajo me iré con mi perro porque el primero que se quiere ir soy yo y estar tranquilo. Le daré las llaves a la policía”.
Lo más inaudito de la entrevista llegó cuando el okupa aseguró que tiene miedo de que los vecinos le ‘okupen’ la casa: “Esto es un sinvivir con los vecinos, igual algún día salgo y me encuentro a alguno en el salón de casa”, alegó que “estarán picados porque ellos pagan sus casas y yo no. La factura del agua sí la pagamos, la de luz no me llega. No sé cuándo me llegará, pero casi ni tengo luz en casa”, y denunció públicamente que, según él, sufre acoso por parte de sus vecinos: “Me han tirado piedras a los cristales de las ventanas. También me han hecho pintadas en la entrada. Eso también es vandalismo. Yo también les puedo denunciar por esas cosas. Ellos no quieren poner una solución, solo quieren que me vaya”.