El propietario de la Autovía del Camino (A-12), la autopista que conecta Pamplona con Logroño, está tanteando el mercado para venderla.
Según ha adelantado esta mañana el medio especializado El Economista, el fondo de infraestructuras del banco suizo UBS se ha puesto en contacto con varias empresas para estudiar la venta de la infraestructura, una autovía de 72 kilómetros que el Gobierno de Navarra paga con peaje en sombra.
De momento, el Ejecutivo foral “monitoriza” el movimiento, que enmarca dentro de la normalidad de este tipo de negocios, si bien en esta ocasión “hay una concreción un poco más cercana”.
Es lo que ha dicho el consejero de Hacienda, Juan Cruz Cigudosa, cuando ha sido preguntado al respecto en rueda de prensa.
No sería la primera vez que la Autovía del Camino cambia de manos. Fue inaugurada poco antes de las elecciones de 2007 y fue la primera de las cuatro obras que UPN puso en marcha con peaje en sombra.
Es una forma de financiación que consiste en que una empresa o un grupo de empresas se encarga de construir y pagar una obra a la Administración.
A cambio, la empresa tiene la explotación durante un tiempo determinado (por ejemplo, treinta años) y la Administración se compromete a pagar año a año un canon, que varía en función del uso, del número de viajeros y de otros factores. Cuando acaba el contrato, la obra pasa a ser propiedad del Gobierno. Navarra está pagando, al año, del orden de unos 50 millones por esta carretera.
Comptos ya alertó de los sobrecostes de los peajes en sombra
La fórmula permite acortar plazos de construcción, pero a la larga resulta caro para las arcas públicas. Lo ha expuesto la Cámara de Comptos en más de un informe. En el caso de la A-12, hacerla supuso un desembolso de 390 millones, pero el Ejecutivo ya ha abonado vía canon 604 millones. Y a la concesión todavía le quedan 9 años, hasta 2032.
En septiembre de 2010, un fondo vinculado al Deutsche Bank se hizo con el 80% de la obra por algo más de 410 millones, en una operación con plusvalía de 37 millones. Siete años más tarde, fue el banco UBS el que compra el 100% de la A-12 por una cifra cercana a los 450 millones. Ahora, la operación podría rondar una cantidad algo menor, sobre los 400 millones.
De momento, el Gobierno foral sigue sigue la operación, por si pudiera concretarse. “Monitorizamos todos los movimientos de todas las carreteras de las que de alguna manera somos responsables”, anticipó Cigudosa, que ha enmarcado esta operación dentro del “movimiento típico de adquisición de los fondos”.
“En todo momento vamos a asegurar que las condiciones que tenemos de explotación, mantenimiento y uso estén como hasta ahora. El proceso no es competencia nuestra, pero lo estamos siguiendo muy de cerca”, aseguró, si bien relativizó que “este tipo de movimiento son constantes”.
“Ahora hay una concreción un poco más cercana, pero el procedimiento no tiene por qué estar asegurado”, ha zanjado.