La capacidad para alcanzar acuerdos en la mesa de diálogo social impulsada por el Gobierno vasco contrasta con el bloqueo del foro en Madrid, donde la CEOE y los sindicatos no han sido capaces de pactar cuestiones tan sensibles como el Salario Mínimo Interprofesional o la reforma de las pensiones. A pesar de que ELA y LAB no acuden a las reuniones en Euskadi, Confebask, CCOO y UGT sí han encontrado espacios de encuentro en cuestiones como la Ley vasca de Empleo o la Formación de los trabajadores los últimos tiempos. Sin embargo, el proyecto piloto para implantar en algunas empresas una semana laboral de cuatro días y analizar si se puede extender su uso ha abierto un enfrentamiento que aviva la tradicional brecha entre empresarios y representantes de los trabajadores.
En esa línea, la secretaria general de CCOO Euskadi, Loli García, denunció ayer miércoles el “encasillamiento” de la patronal al negarse a participar en la iniciativa. En una entrevista a Radio Euskadi, García consideró que se pueden dar “esos cimientos para que esto salga adelante”, porque las experiencias que se están llevando a cabo en otros países y ámbitos están dando “resultados muy positivos”.
García respondía así a unas declaraciones previas del director general de la patronal SEA, Juan Ugarte, que afirmó el martes que la jornada laboral de cuatro días tiene un “difícil encaje” en una economía de marcado carácter industrial como la alavesa porque los costes “subirían de una manera importante”.
A juicio de la líder de Comisiones en Euskadi, es necesario “abordar de una vez por todas” la reducción del tiempo de trabajo para conciliar la vida familiar, también la personal y para facilitar que la gente “pueda desarrollar proyectos de vida de forma diferente”. García señaló que el tipo de trabajo no solo puede ser “acoplable a los cuatro días sin reducción salarial”. “Esa es una fórmula, pero el proyecto tiene que ir encaminado a la reducción del tiempo de trabajo para facilitar, como decía, eso, la vida”.
REPARTO DEL TIEMPO DE TRABAJO
En su opinión, esta medida hace que los trabajadores estén “más compenetrados con la empresa, más partícipes de las decisiones” e incluso, según estudios, mejora también la productividad. Por lo tanto, aseguró que están “totalmente dispuestos a abordar este proyecto, a trabajar para que se haga realidad, para llevarlo adelante y que salgan conclusiones positivas de todo este trabajo”. Loli García indicó que se han mostrado favorables desde que la vicelehendakari, Idoia Mendia, planteó abordar en la mesa de diálogo social un proyecto piloto para esa jornada de cuatro días pero “ha habido una negativa de Confebask”.
“Una negativa tardía porque, cuando empezamos a trabajar el plan de trabajo de la mesa para este año, Confebask no mostró un rechazo a esta propuesta, sino que ha sido después cuando lo han planteado, sin dar explicaciones de mucho contenido”, dijo. La dirigente sindical resaltó que, al no ser posible, ante la negativa de Confebask de abordarlo en la mesa de diálogo, se han ofrecido al Departamento de Trabajo a colaborar “totalmente a desarrollar este proyecto”. García cree hay “mucho margen en este país” para reducir el tiempo de trabajo y que eso no conlleva además una pérdida de productividad o de competitividad en las empresas y, junto a ello, ha destacado la necesidad de “repartir el trabajo”. “Tenemos un mercado que probablemente muchas empresas no puedan adaptarse a esto de las cuatro días laborables, pero sí a una reducción sustancial del tiempo de trabajo”, manifestó.
A su juicio, este debate hay que abordarlo “con serenidad” y cree que esta experiencia piloto que se va a poner en marcha es “un buen ejemplo que demostrará que los resultados van a ser positivos”. Por ello, no entiende la negativa de la patronal a valorar esta iniciativa cuando son empresas de manera voluntaria las que participen en el proyecto.