Los socialistas vascos y españoles lloran la muerte de Rodolfo Ares, referente del PSE durante tres décadas y que ostentó la Consejería de Interior del Gobierno vasco durante la etapa de Patxi López como lehendakari (2009-2012). Ares falleció ayer por la mañana en Bilbao a los 68 años y, tras conocerse la noticia, se sucedió una catarata de reacciones por parte de toda la clase política, que elogió la trayectoria del dirigente socialista que, entre otras cosas, fue uno de los mediadores en las negociaciones con ETA que inició José Luis Rodríguez Zapatero durante su etapa en La Moncloa.
Rodolfo Ares nació en Riós (Ourense), pero creció en el barrio bilbaino de Otxarkoaga, donde desde joven comenzó a militar en el PSOE y UGT.
Ya desde 1983 ejercía de concejal socialista en el Ayuntamiento de Bilbao y, desde ahí, fue escalando hasta ser candidato a alcalde en 1991, previo paso por la Diputación de Bizkaia.
En el PSE, también hizo carrera a nivel orgánico hasta alcanzar la secretaría de Organización en 1995, donde se mantuvo hasta 2009 y, posteriormente, de 2013 a 2014. Ahí se forjó un nombre en la política vasca y manejó las riendas del partido, manteniéndose en el cargo con tres secretarios generales –Ramón Jaúregui, Nicolás Redondo Terreros y Patxi López–.
A nivel institucional, la cumbre en su trayectoria llegó cuando Patxi López obtuvo la Lehendakaritza en 2009 y fue nombrado consejero de Interior. En este Departamento, su etapa de tres años estuvo marcada por la muerte del aficionado del Athletic Iñigo Cabacas al recibir un pelotazo de la Ertzaintza.
Desde la oposición y los allegados del joven se criticó su comportamiento esquivo durante la investigación, mientras que con la familia tuvo una relación distante.
En contraste, Rodolfo Ares desempeñó un papel clave en las conversaciones previas al fin de la actividad armada de ETA en 2011, en las que ejerció de mediador de confianza del Ejecutivo español que entonces lideraba Zapatero.
Uno de sus últimos servicios al PSOE fue en 2016, cuando intervino para tratar de desencallar las negociaciones de Pedro Sánchez con Ciudadanos y Podemos en su primer intento de alcanzar la Moncloa, que finalmente terminó en una investidura fallida al no atar el apoyo de los morados.
Ayer, en el PSE se mostraron conmocionados por el fallecimiento de Ares. Su secretario general, Eneko Andueza, visiblemente emocionado, afirmó que era un día “terriblemente duro y triste” para el PSE y Euskadi, que “no se entenderían” sin Rodolfo Ares.
Asimismo, Patxi López, que tuvo a Ares durante años como número dos, dijo estar “desolado” y expresó que “Euskadi y España estarán siempre en deuda” con su “amigo”.
También se pronunció al respecto el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que se refirió a Ares como un “histórico del socialismo vasco, un servidor público que trabajó con valentía por el fin de ETA y en favor de la paz, la libertad y la convivencia”.
Lucha contra ETA
Por su parte, el lehendakari, Iñigo Urkullu, afirmó que el exconsejero de Interior del Gobierno Vasco “buscó lo mejor para Euskadi” e “hizo un trabajo imprescindible en la lucha contra el terrorismo, poniendo en riesgo su propia vida”.
Por último, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, destacó el “diálogo franco” que mantuvo con Rodolfo Ares, “desde la divergencia”, en los espacios de “diálogo y negociación” entre los socialistas y la izquierda abertzale.