Con prácticamente todo el arco del Parlamento Vasco de acuerdo en la necesidad de actualizar el Estatuto de Gernika 45 años después de su aprobación en referéndum, las diferencias empiezan a surgir por el peso que debería tener el derecho a decidir en el texto renovado. El PNV y EH Bildu han aprobado en las juntas generales de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba mociones que reclaman que el nuevo estatus recoja la autodeterminación, el reconocimiento como nación y una relación de bilateralidad con el Gobierno español. En cambio, el PSE, con su secretario general Eneko Andueza a la cabeza, ha esgrimido este argumento de forma recurrente para marcar perfil propio a pesar de su acuerdo de coalición con los jeltzales en las principales instituciones de la CAV.
Los socialistas vascos han puesto ahora negro sobre blanco su postura contraria al derecho a decidir en la ponencia política que han elaborado de cara al 10º Congreso que celebrarán en Donostia entre el 14 y el 16 de febrero, y donde Andueza ejercerá como renovado líder de la formación. El texto urge a reformar el Estatuto para adaptarlo a “las nuevas realidades sociales y al contexto europeo, así como incorporar avances y derechos sociales conquistados”, partiendo del trabajo realizado en la Ponencia de Autogobierno del Parlamento Vasco con “un nivel de consenso superior al 95%”.
El otro 5 por ciento es a juicio de Andueza el derecho a decidir, por lo que pidió a PNV y EH Bildu que “se centren en lo que une”. Aunque ambas formaciones tienen “todo el derecho del mundo en poner encima de la mesa” esta cuestión, el líder del PSE les animó a “sacarlo del debate y de la elaboración del futuro texto” del nuevo Estatuto.
En la presentación este martes en Bilbao de la ponencia política, instó a “darle prioridad a conseguir un buen texto que no esté basado en ningún tipo de ambición identitaria, que se base en lo que verdaderamente le importa a la ciudadanía”, y en el que puedan “caber la inmensa mayoría de los partidos representados en el Parlamento”. Dijo que, una vez aprobado el Estatuto, “pueden poner ese debate encima de la mesa” y el PSE estará “dispuesto a debatir” aunque “no entre en nuestra hoja de ruta y esté muy lejos de la realidad y de las aspiraciones de la gran mayoría”.
“El punto de partida no puede ser la casilla de salida y no se puede echar al traste el trabajo realizado por una cuestión de querer poner una y otra vez encima de la mesa las cuestiones identitarias, partidistas del PNV y EH Bildu”, afirmó Andueza. Advirtió de que hay “mucho en juego” como “la amenaza de la derecha y la extrema derecha”, que son “capaces de cercenar cualquier derecho si no están blindados”.
El presidente del Bizkai Buru Batzar (BBB) del PNV, Iñigo Ansola, respondió ayer que “lo que nosotros no vamos a hacer nunca es renunciar” al derecho a decidir. En Bizkaia Irratia añadió que “es un derecho y siempre hemos dicho que el límite de nuestras políticas será la palabra del pueblo, no hay nada más democrático que eso”. “Pelearemos y trabajaremos en esa construcción nacional para que se reconozca que Euskadi es una nación y defender la decisión de este pueblo”, zanjó.
Por su parte, el portavoz de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Pello Otxandiano, se dirigió al PNV en ETB1 y afirmó que “ahora vamos a poner en marcha el debate sobre el estatus político”, por lo que a su juicio “es el momento de aprovechar esa correlación de fuerzas y dar un salto como país”.
Salto cualitativo
En su ponencia política, el PSE cree que “es el momento de dar un salto cualitativo y cuantitativo en el autogobierno” y hacerlo “con más apoyos que en 1979”. Por ello, apela a aprovechar la actual “estabilidad y normalidad política” para intentar, en palabras de Eneko Andueza, “afrontar la reflexión pendiente y el reto de lograr un gran pacto” estatutario.
La ponencia señala que aprobar el nuevo estatuto va a exigir “un importante ejercicio de consenso y cesión por todas las partes”. Insta por ello a “quien quiera renunciar a consensos amplios o romper el marco constitucional que lo diga con claridad y busque el apoyo” ciudadano.
El líder del PSE apeló a “buscar consensos” y centrarse así “en lo que nos une y no poner el acento en lo que nos separa para avanzar como lo que somos, un país diverso en el que cabemos todos”. Andueza estuvo acompañado por el secretario de Estudios y Programas, Pau Blasi, coordinador y redactor del documento, junto a otros cargos que han colaborado en la elaboración del texto, que estará abierto a enmiendas hasta el 27 de enero por parte de las agrupaciones municipales.
Competencia tributaria Entre las pocas medidas que concreta la ponencia política del PSE, destaca la atribución al Parlamento Vasco de la competencia normativa en fiscalidad, que reside en las Juntas Generales, no solo la “armonización” de la fiscalidad que defendió el PSE en la etapa de Idoia Mendia como secretaria general. Este cambio supondría modificar también la Ley de Territorios Históricos.
Defiende a su vez un “reconocimiento expreso del poder municipal, recogiendo los principios de suficiencia, equidad, autonomía y responsabilidad fiscal de las haciendas forales”, lo que también recortaría el papel de las Diputaciones.
Andueza englobó estas medidas en una “nueva organización institucional para mejorar el autogobierno hacia dentro con criterios sociales, más cohesión territorial y social, y una gestión pública más eficiente y transparente”. La ponencia aboga además por una reforma “hacia fuera”, que consiste en “clarificar las competencias con el Estado” y en “proyectar a Euskadi como partícipe de una UE supranacional”.