Dejando al margen a la navarra Elma Saiz, la presencia vasca en el Gobierno de Sánchez se limitará al ministro del Interior, el bilbaino Fernando Grande-Marlaska. No obstante, procede de la carrera judicial y, por tanto, no es afiliado al PSE. Los socialistas vascos no tendrán cuota a pesar de haber ganado las elecciones generales en la comunidad autónoma el 23 de julio, una de las únicas alegrías de esa noche para el PSOE junto a Nafarroa y Catalunya, territorios que sí tienen representación ministerial. El arreón electoral del PSE en las generales no le ha servido para hacerse un hueco en el gabinete de Sánchez, donde vivió su momento álgido en la época posterior a la moción de censura, con Isabel Celaá como ministra de Educación y portavoz.
Las quinielas sobre Idoia Mendia y Patxi López no han acertado, pero fuentes del PSE consultadas por este periódico destacan que el Gobierno “es un equipo de primer nivel para lo que necesita España en su conjunto y también Euskadi”, con Marlaska y “muchos amigos” del PSE.