La comunidad autónoma vasca se disponía ayer a proclamar a sus 251 alcaldes con la sensación de que casi todo estaba decidido y no había demasiado margen para la sorpresa, pero aún se contenía el aliento en las horas previas, sobre todo, en Araba. Al final, prácticamente todo marchó según lo previsto en el territorio alavés. La socialista Maider Etxebarria se convirtió en la primera mujer alcaldesa de Gasteiz con los votos de su partido, el PNV y el apoyo gratis del PP, lo que supuso dejar con la miel en los labios a Rocío Vitero, de EH Bildu, quien ganó las elecciones pero no ha podido articular una mayoría suficiente. Ese apoyo de los populares no frenó al PNV a la hora de disputarles una alcaldía donde el PP ganó las elecciones, la de Guardia, donde los jeltzales le arrebataron la makila con los votos de EH Bildu.
Por sí solo, este hecho deja en entredicho la teoría del acuerdo oculto con el PP, pero en otros ámbitos se sigue viendo esa mano negra porque el PNV, como había establecido la Ejecutiva alavesa, sí renunció a disputarle el otro municipio donde ganó los comicios, Bastida. Pero, del mismo modo, el PNV también renunció a disputarle un municipio a EH Bildu, Oion, donde podría haber ganado la alcaldía con los votos del PP. ¿Cuál ha sido el criterio? El PNV considera que se ha inclinado por primar la estabilidad, dando un paso atrás allí donde fuera necesario y respetando el lugar en el que le ha colocado la ciudadanía. El resultado de la jornada, en cualquier caso, arroja como fotografía que el PNV ha logrado apoyos a izquierda y derecha: gana Guardia con Bildu; el PP lo ha aupado para que supere a la coalición abertzale en Kuartango y Zigoitia; y en Legutio desplazó a la izquierda abertzale con los votos del PSE, con quien el PNV tiene un pacto global.
En términos globales, el PNV es la primera fuerza en número de alcaldías en Araba, donde se hizo ayer con el mando de 26 del total de 53 que tiene territorio, incluyendo las dos que forman el enclave de Trebiñu. A estas habrá que sumar mañana la de Erriberagoitia, donde el pleno se ha convocado para el lunes y el PNV tiene mayoría absoluta. Del total de municipios que liderará, en 19 lo hará con mayoría absoluta, y en Bilar y Kripan, dos municipios muy pequeños que reúnen medio millar de habitantes, los ayuntamientos solo tienen representantes jeltzales. El PNV se ha hecho también con la makila de municipios como Amurrio.
La sorpresa de la jornada se redujo a que el PNV perdió una alcaldía con la que contaba, Aiara, porque EH Bildu logró el respaldo de los independientes; y también perdió Dulantzi, donde la coalición aber-tzale dio la makila a los independientes para desbancar a los jeltzales, los más votados. En Bastida, el grupo municipal no rompió la disciplina de voto (dio a entender que no se postuló porque el único que podía hacerlo a tiempo completo era el dimitido Eduardo Barinaga), pero sus ediles abandonaron el partido declarando “impotencia y asco” porque sienten que han sido una moneda de cambio con el PP.
EH Bildu, por su parte, gobernará en 15 municipios, como Laudio y Agurain. El PSE se ha llevado Zambrana e Iruña Oka, además de Gasteiz. El PP solo logra dos, Mañueta y Bastida, los únicos que tiene en toda la comunidad autónoma, donde EH Bildu tiene el mayor número de alcaldías, 107, por 90 de los jeltzales.
ARABA
- PNV. 26 de las 53 alcaldías, a las que se sumará Erriberagoitia tras el pleno de mañana. Retiene Amurrio, Guardia, Kuartango y Zigoitia, además de los dos municipios de Trebiñu, y renuncia a Bastida y Oion.
- EH Bildu. Tendrá la makila en 15 municipios, como Laudio y Agurain. Ha arrebatado Aiara al PNV con el respaldo de los independientes.
- PSE. Logra la capital, Gasteiz, y Zambrana e Iruña Oka.
- PP. Mañueta y Bastida.