Junts no recoge el guante del PP para respaldar una moción de censura, escenario que el partido de Carles Puigdemont considera una “broma macabra”, pero sus presiones tampoco sirven para que Moncloa se preste a someter a una cuestión de confianza a Pedro Sánchez, cuya negativa a dar este paso provocará que la formación independentista le someta próximamente a un estrecho cerco con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) como telón de fondo. La proposición no de ley que registraron los posconvergentes en diciembre para que el líder del PSOE se enfrentara a una votación que demuestre si mantiene la mayoría en la Cámara baja se debatirá hoy en la reunión de la Mesa, pero desde el Ejecutivo español apuntan que se rechazará aunque, nuevamente, haya conversaciones hasta la bocina final. La propia ministra portavoz, Pilar Alegría, la califica de nuevo como “injustificada” y extemporánea pese a que JxCat advierte de que lo que acontezca con su iniciativa “no es inocuo” y que si no se tramita le llevará a “tomar decisiones que no le gustarán al PSOE”.
El Ejecutivo entiende que quien tiene la potestad de decidir si presenta una cuestión de confianza no es el Parlamento sino el jefe del Ejecutivo –así está determinado en el artículo 112 de la Constitución–, estimando que sería sentar un precedente que no creen adecuado, siendo conscientes de las posibles consecuencias, contexto que asumen pese a que insisten en que seguirán trabajando para que haya nuevas Cuentas. En todo caso, “no sería un drama seguir con los Presupuestos prorrogados”, persisten desde Moncloa, poniendo en el espejo lo que ya ocurre en varias comunidades. Es más, también discute el Gobierno el fondo de la iniciativa de Junts. ¿Por qué?”, ha requerido Alegría. “El Gobierno de España cumple con los compromisos que ha establecido con el resto de las fuerzas parlamentarias. Lo que está en nuestra mano, cumplimos”, ha replicado, para luego añadir: “Además, hay una cuestión mucho más importante, y es que el proyecto en el que está trabajando el Gobierno nos ha permitido que hoy, en 2025, el Estado español sea un país récord en empleo y récord en crecimiento económico”.
El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha sido claro al respecto: “Si no lo tramitan significa que no se ven capaces de restablecer la confianza”, ha aseverado durante su intervención en un desayuno informativo, acompañado del presidente del Parlament, Josep Rull; la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, y el expresident Artur Mas. “Queremos que se tramite la propuesta sobre la cuestión de confianza, que se cumpla y desencalle la gestión en materia de inmigración, que el catalán sea oficial en Europa y que Sánchez coja el teléfono y se moje”, ha manifestado, recordando de paso que la amnistía sigue sin ser efectiva judicial ni políticamente, mientras Sánchez e Illa dejan correr el tiempo evitando reunirse con Puigdemont porque les genera “angustia”. Ahora bien, cuestionado sobre si están dispuestos a apoyar una posible moción de censura cursada por Feijóo junto a Vox, Turull lo rechaza de plano. “Si alguien con el que tienes un acuerdo ya has perdido la confianza, imagina con alguien con el que no tienes ningún tipo de acuerdo y que por la mañana te pide que le ayudes y por la tarde te quieren en prisión”, ha explicitado el líder de Junts.
Feijóo se dirige a JxCat y PNV
Y es que, poco antes, el líder del PP había trasladado a los socios de Sánchez si van a tener ahora “la desvergüenza” de apoyar la “salvajada” que supone la ley que ha registrado el PSOE, en relación a las acusaciones populares, para “salvar” a la familia del presidente del Gobierno. Tras aludir a que hay más razones para una moción que en 2018, cuando Mariano Rajoy fue desalojado acorralado por la corrupción, Feijóo ha avisado a PNV y Junts de que en este punto deberían apoyar “cualquier moción de censura” si “quieren ser coherentes”. “Sánchez está acabado. No porque lo diga yo, sino porque lo demuestra lo que hace y también lo que no hace. Ya no gobierna. Es imposible gobernar cuando solo puede estar pendiente de los problemas judiciales de su familia, de su Gobierno o de su partido”, ha verbalizado en el mismo foro. “Lo que busca Sánchez es poner una mordaza al Poder Judicial, que está trabajando con libertad e independencia”, ha dicho sobre la normativa que ya define como la ley Begoña.
Con estos elementos sobre la mesa, el curso de la legislatura puede verse amenazado y todo parece encaminado a que a finales de la semana tenga lugar el choque más importante entre el Ejecutivo de coalición y Junts desde que comenzó esta complicada legislatura, marcada por la absoluta dependencia que tiene Sánchez de todos los grupos que votaron a favor de su investidura en noviembre de 2023. No se vislumbra que a JxCat le colme del todo el último guiño del líder socialista, su promesa de que el reconocimiento del catalán en Europa será este año una de sus “principales prioridades políticas”.