La ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría, adelantó ayer lunes que el Gobierno español y el PP están en la “parte final” de la negociación para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y que es “la más compleja”.
Así lo afirmó durante una rueda de prensa en Ferraz, donde no quiso entrar a valorar la exigencia de Unidas Podemos que de Victoria Rosell forme parte del órgano de gobierno de los jueces, ni si este planteamiento puede dificultar el acuerdo. Mientras tanto, los morados exigen a los socialistas que sean firmes y no permitan el “veto” del PP a Rosell.
“Lo importante del CPGJ es que la renovación se haga efectiva, ya hemos superado los 4 años”, explicó Pilar Alegría: “Adelanto que estamos en la parte final de la negociación y, por tanto, la más compleja”.
La portavoz socialista dejó claro que iba a seguir echando mano de la “prudencia y la discreción” sobre este asunto mientras dure la negociación por considerar que “son indispensables para hacer efectivo lo indispensable, que es la renovación del CPGJ y recuperar la normalidad en el Poder Judicial”.
UP no renuncia a Rosell
Por su parte, Podemos no renuncia a que Victoria Rosell sea vocal del próximo CGPJ. Por ello, reafirma que no va a aceptar ni permitir que el PP vete a la actual delegada del Gobierno contra la violencia de género como candidata.
Una posición que suscita “unanimidad” en todo el espacio confederal de la coalición de izquierdas, según trasladaron, antes de demandar a las fuerzas “progresistas”, en referencia al PSOE, que se mantengan “firmes” para evitar una exclusión “injustificable”.
Así lo trasladaron en rueda de prensa los coportavoces de la formación morada, Javier Sánchez Serna y María Teresa Pérez, para enfatizar que sacar a la juez de la terna de aspirantes es conceder a los populares capacidad de “chantaje” y culminar una “venganza política” contra ella.
Es más, calificaron de “chiste de mal gusto” que el PP se escude en criterios de despolitización, cuando ha bloqueado el órgano de Gobierno de los jueces durante casi “cuatro años” y ha propuesto en instituciones judiciales magistrados claramente alineados con sus planteamientos.
Al respecto, Pérez recalcó que la formación morada ha hablado durante estos días con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y que les traslada, al igual que todo Unidas Podemos, el apoyo a la candidatura de Rosell porque es una magistrada “ejemplar”, “brillante” y “decente”.
Mientras, Sánchez Serna señaló que esta demanda es una condición previa a la negociación, que solo será exitosa si no hay veto del PP hacia Rosell. “No es una línea roja sino decencia democrática”, recalcó, cuestionado sobre si Podemos no respaldará un pacto que no incluya a la exdiputada en el Congreso.
Es más, añadió que con su postura no están planteando salir de ese acuerdo sino que el pacto sea justo y con todas las fuerzas políticas en igualdad de condiciones, en referencia al consenso con el PSOE para que puedan proponer dos vocales al organismo.
El coportavoz de Podemos se mostró contundente al desgranar que el veto a Rosell es “inaceptable” si se aspira a que el pacto de renovación del CGPJ sea “democrático”, “no bipartidista” y garantice la “pluralidad” en la composición de los vocales de la institución.
“No vamos a tolerar que el PP hoy quiera chantajear a las fuerzas progresistas por una serie de vetos a personas que no les gustan”, agregó, antes de concluir que “la presión debe ir contra el PP y no contra la democracia”.