Tras el goteo de informaciones sobre el caso Mediador, ya más conocido como el caso del Tito Berni por el apodo del ya exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes; tanto la derecha como los habituales socios parlamentarios del Gobierno español exige una comisión de investigación en el Congreso que aclare hasta dónde llega esta trama corrupta en las filas socialistas.
Aunque en Ferraz han presumido de ser implacables con la corrupción al haber expulsado del partido en el plazo de 8 horas a un Fuentes que también entregó el acta de diputado, ahora titubean respecto a la opción de que eche a andar la citada comisión y no aclaran cuál es su postura al respecto.
En esa línea, ayer jueves el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, no despejó la incógnita y se limitó a defender las actuaciones que el partido ha realizado hasta la fecha para desligarse de la trama corrupta.
Así, Bolaños explicó que el PSOE ya “ha hecho y ha dicho lo que tenía que hacer y lo que tenía que decir” al respecto, porque “cuando encuentra una manzana podrida la expulsa inmediatamente del cesto”. Y ello, subrayó, “porque no tenemos nada que temer ni nada que ocultar”, a diferencia de lo que a su juicio hace el PP que, “cuando encuentra una manzana podrida en el cesto, la mantiene y convive con total normalidad con la corrupción, quizá porque tengan algo que temer o algo que ocultar”.
Por otra parte, el ministro de la Presidencia no quiso hacer comentarios sobre los nuevos nombres de cargos socialistas que están apareciendo en relación con esta trama cuyo cabecilla era el exdiputado canario, y tampoco se pronunció sobre la comisión de investigación del caso que el PP pide en el Congreso y que sí respaldan algunos socios del Gobierno.
Eso sí, advirtió de que “se tiene que tener mucho cuidado de no manchar la reputación de personas que no tienen absolutamente nada que ver con este caso”.