El pueblo a hora y media de Bilbao y el mejor para visitar este año según la revista ‘Viajar’

Cuando pensamos en viajes, muchas veces nos vienen a la cabeza destinos exóticos o aventuras locas. Sin embargo, hay algo especial en las pequeñas escapadas que nos permiten desconectar de la rutina y sumergirnos en la tranquilidad de pueblos con historia y encanto. Y si es cerca de Bilbao, exactamente a poco más de una hora, mejor todavía.

Según indica el medio digital ‘Viajar’ en uno de sus recientes artículos, es un municipio bastante discreto, pero que puede en un lugar inolvidable para el viajero. ¿De cuál hablamos? Veámoslo.

Un pueblo con raíces históricas

El pueblo no es otro que Poza de la Sal, un pequeño pueblo de la provincial de Burgos, en Castilla y León. Ubicado en la comarca de La Bureba, sus orígenes se remontan a la época romana, cuando sus salinas ya eran una fuente de riqueza y prosperidad.

Aunque hoy en día han perdido su valor comercial, se mantienen como un atractivo turístico que permite a los visitantes comprender su importancia histórica. Dos de estas salinas han sido acondicionadas para el baño en verano, con sus aguas saladas que facilitan la flotación, como si del Mar Muerto se tratase.

Respecto a su arquitectura, el castillo de los Rojas se erige como un vigilante silencioso desde lo alto de un promontorio con vistas de ensueño, siendo conocido bajo el nombre de “el balcón de La Bureba”. Asimismo, muy cerca tenemos el elegante Palacio de los Marqueses de Poza.

Cultura y tradición 

Poza de la Sal forma parte de la mancomunidad de Raíces de Castilla, junto a la localidad de Frías, conocida por ser la más pequeña del Estado, y la villa de Oña. Son pueblos medievales llenos de historia, con calles empinadas, casas de piedra y un encanto del pasado.

Un símbolo de Poza de la Sal por la música es su Templete de la Música, situado en la plaza Nueva. Es más, este pueblo es único en Europa por tener su propia banda de música, organizando cada año el Festival Nacional de Charangas.

La plaza Nueva conduce al casco antiguo atravesando la puerta del Conjugadero, un arco cargado de misticismo y tradiciones. Su nombre proviene del antiguo conjuro conocido como “tentenublo”, usado para alejar las tormentas que amenazaban las salinas.

Imagen del pueblo de Poza de la Sal, en Burgos Juan Miguel Ochoa de Olza

Las plazas y sus secretos

Al margen de la plaza Nueva, Poza de la Sal cuenta con una plaza Vieja, donde se encuentra un castaño centenario que guarda una curiosa leyenda que cautiva a locales y visitantes: el invierno no comienza oficialmente hasta que cae su última hoja.

Otros puntos de interés incluyen la iglesia gótica de San Cosme y San Damián, el ayuntamiento del siglo XV y, por supuesto, la casa natal de Félix Rodríguez de la Fuente. 

El legado de Félix Rodríguez de la Fuente

Hablar de Poza de la Sal significa homenajear a Félix Rodríguez de la Fuente, uno de los divulgadores más reconocidos en el ámbito de la naturaleza. Este pueblo es su lugar de nacimiento y alberga un monumento en su honor que da la bienvenida a los turistas.

Además, la casa natal del naturalista sigue en pie como un recordatorio de su legado, haciendo de esta localidad un lugar de peregrinación para quienes valoran su contribución al conocimiento y la preservación del medio ambiente.

Un destino imprescindible en 2025

En un mundo donde se suele priorizar lo grandioso y espectacular, Poza de la Sal nos recuerda la belleza de lo simple y auténtico. Este pueblo de Burgos es un destino que combina historia, naturaleza y cultura en un equilibrio perfecto.

Con sus salinas, su legado histórico, y su vínculo con Félix Rodríguez de la Fuente, Poza de la Sal es una joya que ningún amante de los viajes debería pasar por alto. Este rincón de Castilla y León invita a desconectar del mundo moderno y descubrir la magia rural.

¿Cómo llegar?

Para llegar a Poza de la Sal desde Bilbao en coche, toma la A-1 dirección Burgos. A unos 44 km, sal en Pancorbo hacia la N-232 y continúa en dirección Oña/Poza de la Sal. Sigue las señales hacia Poza de la Sal por la carretera BU-504, recorriendo unos 20 km.

El trayecto dura aproximadamente una hora y media. El paisaje se vuelve más pintoresco al acercarte al pueblo, famoso por sus salinas históricas y su encanto medieval.

Si prefieres transporte público, consulta autobuses locales hasta Briviesca y luego un taxi o conexión local.