Al norte de Álava, concretamente en el Valle de Aiala, hay lugares que brillan por su calma y bello entorno natural. Entre montes y verdes pastos, hay un pueblo que combina una larga carretera rodeada de casas y baserris con impresionantes vistas. Y todo ello, a menos de una hora desde Vitoria.
Se trata de Okondo, un pequeño municipio de poco más de mil habitantes que destaca por su riqueza arquitectónica, siendo ideal para turistas. Asimismo, es un destino imperdible para los amantes de las rutas y el senderismo.
Su legado histórico y cultural
La historia de Okondo está marcada por leyendas que muestran la importancia del valle en la vida de sus habitantes. Se cuenta que en el pasado existió un árbol de la fertilidad al que acudían las mujeres para dar a luz, con la esperanza de que sus hijos fueran bendecidos con buena fortuna, dando lugar a tradiciones.
Okondo también ha sido un lugar próspero para la producción de castañas y la actividad de los carboneros, que talaban hayas para alimentar sus hogares. Durante los años 50, el entorno fue conocido como el "valle del oro verde" por la abundancia de madera y al desarrollo de serrerías.
En sus alrededores, el río Izalde, que atraviesa el Valle de Aiala, proporcionaba la energía necesaria para impulsar molinos y ferrerías, convirtiéndose en un recurso vital para la economía local.
Cambios durante siglos
A lo largo de los siglos, Okondo ha vivido numerosos cambios políticos y sociales. Desde el siglo XI, formó parte del señorío del Conde de Ayala, pero en 1521, el rey de Castilla alentó a sus habitantes a unirse al señorío de Vizcaya para escapar de los abusos.
Sin embargo, en 1590, Okondo decidió funcionar como un municipio independiente, aunque bajo la influencia de las Juntas de Ayala. Más tarde, durante el siglo XIX, el valle sufrió intentos de Bizkaia por recuperar su control, pero finalmente se consolidó como parte de Álava.
La población de Okondo ha fluctuado a lo largo del tiempo. A finales del siglo XVIII, contaba con aproximadamente 2.000 habitantes, pero este número se redujo drásticamente. Sin embargo, en las últimas décadas, ha habido un ligero aumento en la población, alcanzando más de 1.100 habitantes en los últimos años .
Patrimonio natural y arquitectónico
El municipio se asienta sobre un terreno de rocas calizas, margas y areniscas, fruto de su evolución geológica. A mencionar su cercanía al monte Ganekogorta, así como a las cimas de Idubaltza, Zubero y Bortaun, entre otras, siendo un lugar ideal para el senderismo y los amantes de las rutas.
Entre los puntos de interés arquitectónico, se encuentra la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Unza, un hermoso templo barroco del siglo XVIII, y varias ermitas que complementan el patrimonio religioso de la zona.
La ermita de San Bartolomé, situada en las proximidades, y otras como las de San Prudencio y San Esteban, forman parte de la oferta cultural de Okondo. Esta última, con su retablo neoclásico, y la campana de San Sebastián de Otaola, son solo algunos de los ejemplos del legado histórico que alberga el valle.
Celebraciones y festividades
A lo largo del año, Okondo celebra diversas festividades. Las fiestas patronales en honor a San Bartolomé, que se celebran en el mes de agosto, son días señalados para los vecinos.
Además, la feria del baserri, que se lleva a cabo en marzo, es un evento muy importante donde se exhiben productos artesanales, agrícolas y ganaderos.
¿Cómo llegar a Okondo?
Para llegar a Okondo desde Vitoria, toma la carretera N-240 en dirección a Bilbao. Después de aproximadamente 14 kilómetros, encontrarás la salida hacia Okondo. Gira a la derecha en la carretera BI-3515 y sigue las indicaciones hacia Okondo, que está a unos 5 kilómetros. El trayecto dura alrededor de 25 minutos en coche. También puedes optar por el transporte público: hay buses que conectan Vitoria con Okondo, aunque la frecuencia puede variar. Asegúrate de comprobar los horarios y las rutas antes de salir para un viaje más cómodo.