Hace no demasiado tiempo sólo podíamos estar comunicados mediante el teléfono fijo, es decir, si estábamos dentro de casa. Desde la generalización de los teléfonos móviles ese problema ya no existe, porque nos permite estar localizable allá donde vayamos, salvo lugares inaccesibles, profundos, caídas de la red o fin de la batería.
Pero hay personas que ni con el teléfono móvil pueden estar comunicadas en su propio lugar de residencia. Les sucede, por ejemplo, a los 23 vecinos y vecinas de Baxeles, casi todos de ellos de avanzada edad, en el municipio de Villamartín de Valdeorras, al noreste de la provincia de Ourense y a escasos kilómetros de las de Lugo y León.
Llevan más de un año sin cobertura telefónica fija y móvil, lo que les ha hecho perder citas médicas, no poder llamar a la familia o tener imposible pedir un taxi. Tras ser retirado el cableado de cobre, la fibra óptica no ha llegado a Baxeles. Los teléfonos fijos no funcionan bien y la cobertura móvil escasea, principalmente dentro de las casas, debido a la complicada orografía que deja a sus habitantes en una zona de sombra.
Así que sus vecinos, cuya población más cercana está a 6 kilómetros, tienen que buscarse la vida con el móvil en la mano intentando encontrar un poco de red que les permita al menos recibir mensajes o correos electrónicos y algún aviso de llamada perdida.
Muchos de ellos tienen que alejarse de su casa y recorrer las calles en busca de una rayita de cobertura en el teléfono, que parece alcanzarse cuando llegan a la zona de viñedos, a más de 100 metros de las viviendas. Otros dejan sus teléfonos móviles metidos en bolsas que cuelgan de los árboles que tienen junto a sus casas, porque ahí a veces llega la señal. Ponen el sonido al máximo y si suena salen de casa lo más rápido que pueden para intentar contestar, con la dificultad añadida de la elevada edad media de la población.
Los vecinos se muestran indignados porque creen tener el mismo derecho que el resto a estar comunicados, y afirman sentirse abandonados, sobre todo porque muchas de las citas médicas que tienen se tramitan vía telefónica, lo que en su caso lo complica todo. Ya firmaron un escrito de queja que presentaron en el Concello. Les respondieron que se estaba instalando fibra óptica en las localidades cercanas y que también llegaría a la suya. Pero las obras acabaron y la fibra no llegó a Baxeles.