Al hablar de la cultura vasca, normalmente pensamos en nuestras tradiciones y costumbres sin darnos cuenta de que podemos encontrarlas más allá de nuestra tierra. Un perfecto ejemplo de ello es el de Macachín (Argentina), una pequeña localidad de unos 5.600 habitantes situada en la provincia de La Pampa, a unas siete horas de Buenos Aires.
Se trata de uno de los lugares donde la influencia de la inmigración vasca es más palpable, puesto que en sus calles se pueden ver ikurriñas, aprender euskera, disfrutar de los pintxos e incluso practicar la pelota vasca. Es como transportarse a otra Euskadi.
Imagen de una ikurriña en un puerto.
Un fenómeno viral
El creador de contenido argentino Nacho Z visitó esta localidad y compartió con sus más de 200.000 seguidores en YouTube su asombro al descubrir un rincón de Euskadi en plena Patagonia.
"Lo poco común de Macachín es no tener ascendencia vasca", señala en su video. Y es que la región fue incentivada por el gobierno argentino para ser poblada tras el destierro de pueblos originarios, lo que atrajo a comunidades europeas, entre ellas, un gran número de vascos.
Alkartasuna"
Uno de los epicentros de la cultura vasca en Macachín es la sede de la Asociación Unión Vasca "Eusko Alkartasuna". Fundada en el siglo XX por inmigrantes, su objetivo ha sido, desde entonces, fomentar y preservar la cultura euskaldun en Argentina.
En sus instalaciones se ofrecen clases de euskera y danzas tradicionales, además de contar con un bar donde se pueden degustar pintxos, entre otras costumbres típicas vascas.
Los nombres de los locales comerciales están escritos en tipografía vasca, los carteles se encuentran traducidos al castellano y euskera, y la pelota vasca es un deporte muy practicado en la zona.
El legado de Iñaki Unamuno
El gran impulsor de la comunidad vasca en Macachín fue Iñaki Unamuno, quien en la década de 1950 llegó a la región convencido por su hermano, que ya residía allí. Al igual que muchos inmigrantes, extrañaba sus costumbres y decidió reunir a otros vascos para mantenerlas vivas.
Con el paso del tiempo, esta iniciativa derivó en la fundación de la Asociación Unión Vasca "Eusko Alkartasuna" el 28 de febrero de 1959. Para mediados de la década de 1960, la comunidad sintió la necesidad de contar con una sede propia.
Fue así como, con el apoyo del gobierno de La Pampa y la Municipalidad de Macachín, se estableció el centro vasco, dando inicio a una nueva etapa para la comunidad.
Cultura y tradición vasca en Argentina
La asociación cultural de Macachín es un punto de encuentro para descendientes de vascos, así como una ventana a cualquier persona interesada en conocer esta cultura. Como explica el creador de contenido Nacho Z, "no es solo para descendientes de vascos, sino para cualquiera que quiera integrarse".
En el video del youtuber se observa a vecinos practicando la pelota vasca en un frontón, jugando a la petanca y participando en deportes rurales tradicionales, como el corte de troncos. Además, la gastronomía también tiene un papel fundamental, con bares de pintxos y platos típicos de la región vasca.
Así las cosas, Macachín es un testimonio viviente de cómo la emigración vasca ha dejado una marca imborrable en Argentina. Un pequeño pueblo que, a pesar de la distancia, mantiene viva la esencia de Euskadi en el corazón de La Pampa.
La inmigración
A lo largo de la historia, millones de personas han emigrado a distintos puntos del planeta en busca de nuevas oportunidades o huyendo de conflictos y represión. Latinoamérica, Estados Unidos y, en las últimas décadas, Europa han sido algunos de los destinos predilectos
En este contexto, Argentina se convirtió en el principal refugio para la población proveniente de Euskadi entre finales del siglo XIX y principios del XX. Entre 1857 y 1940, se estima que muchos de ellos llegaron a Argentina.
Este éxodo fue impulsado por diversos factores, como las guerras carlistas y, posteriormente, el franquismo. Hoy en día, la huella de esa emigración sigue siendo evidente en diversas localidades del país sudamericano.