El 5 de julio de 2018, el puente situado entre las localidades de Deba y Mutriku colapsó. Esta estructura de piedra, que data de 1866, sufrió el asentamiento de su pila central, lo que ocasionó daños en las dos bóvedas centrales y dejó la estructura en riesgo de derrumbe.
Comenzó entonces una ardua labor de rehabilitación que se prolongó durante más de 13 meses y para la que fue necesaria recuperar técnicas de construcción del siglo XIX. La propia complejidad del proyecto, conjugada con un entorno marino sujeto a los cambios de mareas y la importancia cultural del puente, supusieron todo un reto para los técnicos. Un magnífico ejemplo de ingeniería civil que, anoche, fue reconocido en Venecia.
El Palazzo del Cinema de Venecia fue el escenario elegido para la entrega de los Premios Europeos de Patrimonio, los galardones más prestigiosos del ámbito del patrimonio cultural de la Unión Europea. La Comisión Europea y Europa Nostra, federación pan-europea para el patrimonio europeo, han reconocido la rehabilitación del puente de Deba como el Mejor Proyecto Europeo en la categoría de Conservación. El jurado destaca: "A nivel técnico, este proyecto es destacable por la extensa investigación histórica sobre materiales y técnicas que ya estaban olvidadas, para lo que fue necesaria una cooperación técnica interdisciplinar. El impacto medioambiental fue mínimo, con especial atención para no contaminar el entorno. Es notable, asimismo, la atención prestada a la comunidad local, informándoles sobre la restauración y manteniendo el puente operativo durante la intervención".
El puente que une las localidades de Deba y Mutriku es una infraestructura de piedra construida entre 1863 y 1866, durante el reinado de Isabel II. Está dotado de "protección especial" por estar calificado como Bien Cultural dentro del Conjunto Monumental del Camino de Santiago. El puente es propiedad de los ayuntamientos de Deba y Mutriku, aunque fue la Diputación de Gipuzkoa la que sufragó la restauración, como competente en conversación del patrimonio. Construcciones Moyua fue la empresa encargada de llevar a cabo el proyecto, diseñado por Fhecor e Injelan y dirigido por el ingeniero Javier León, profesor de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid.