25 de junio de 1931
atrás ha quedado la temporada 1930-31, la del estreno del Deportivo Alavés en Primera División, categoría que al final de las dieciocho jornadas que componen la competición se ha podido conservar. El 29 de marzo de 1931, al empatar con el Barcelona (1-1) en Mendizorroza, se sella la continuidad, por segunda campaña consecutiva, entre los grandes de nuestro fútbol. La salvación ha llegado en la penúltima jornada.
En el Campeonato de España la actuación del equipo ha sido un visto y no visto, puesto que el subcampeón de Catalunya, el Sabadell, ha eliminado a doble partido en Dieciseisavos de Final al conjunto albiazul. El poder mantenerse en Primera División, entre los diez mejores conjuntos estatales, es un gran éxito para los seguidores alavesistas.
Pese al debut en la máxima categoría de nuestro fútbol y el paso por Mendizorroza de Real Madrid, Barcelona, Athletic, Real Sociedad, Real Unión, Arenas o Espanyol, la caja del club se encuentra bajo mínimos y el Deportivo Alavés comienza a escuchar ofertas por más de media plantilla de sus futbolistas.
Valencia, Oviedo, Real Sociedad y Espanyol preguntan por Olivares; Ciriaco, Quincoces y Albéniz son pretendidos por el Athletic; el portero Beristain interesa a Real Sociedad, Valencia y Athletic de Madrid y a Quincoces se lo disputan los dos grandes: Real Madrid y Barcelona.
El 25 de junio de 1931 Pablo Hernández Coronado, Secretario Técnico del Real Madrid, se pone en contacto con el Deportivo Alavés, el club madrileño mantiene unas excelentes relaciones con el albiazul, y solicita de manera oficial precio para el traspaso de Ciriaco, Olivares y Quincoces, internacionales absolutos, al conjunto blanco.
Los dirigentes albiazules estudian la difícil situación económica que tiene el club, varios de sus futbolistas han denunciado a la Federación Vizcaína el impago de varias mensualidades y diferentes premios correspondientes a la temporada 1930-31, y solicitan al Real Madrid 60.000 pesetas (360 euros) –algunas fuentes hablan de 65.000 pesetas (390 euros)– por el total de los derechos federativos de sus tres futbolistas más cotizados.
De esta manera se pone fin a la trayectoria alavesista –volverán a jugar en el Deportivo Alavés en el transcurso de la Guerra Civil Española– de Ciriaco, Quincoces y Olivares, que llegaron a Vitoria siendo casi unos niños y se marchan con una bien ganada fama de grandes futbolistas y convertidos en jugadores internacionales muy cotizados. Los tres, posteriormente, recordaron con dolor y pesar su marcha del conjunto de Mendizorroza.
Jacinto Quincoces: "Sentí más que tristeza al tener que dejar el Deportivo Alavés, fue casi una muerte prematura como futbolista abandonar Vitoria". Ciriaco Errasti: "Más que un equipo de fútbol parecíamos una hermandad y teníamos un trato casi familiar. Fue muy doloroso dejar el Deportivo Alavés, pero el ir acompañado de Quincoces y Olivares mitigó mi pena". Manolo Olivares: "Ni yo, ni Ciriaco, ni Quincoces hubiésemos abandonado jamás al Deportivo Alavés si no nos hubiese forzado a ella la propia Directiva alavesista, que atravesaba una angustiosa crisis económica".