El parque de Aranzadi volverá a reabrirse completamente a la ciudadanía a finales de abril, tras concluir las obras de la segunda fase de este espacio, de 150.000 metros cuadrados, en el meandro del río Arga a su paso por Pamplona. Los miembros de la Gerencia y la Comisión de Urbanismo han visitado hoy la evolución de las obras, que se centran ahora en ultimar la pavimentación en las proximidades del Complejo Deportivo Aranzadi y en la plantación de nuevas especies de bajo mantenimiento, para convertir el parque en un espacio sostenible.
En la actualidad, han concluido ya los trabajos en la calle Vuelta de Aranzadi, en su conexión con la calle Vergel, junto al Complejo Deportivo Aranzadi, mediante peatonalización a nivel, de forma que no existe diferencia de altura en las aceras. De hecho, en esa zona de salida, se mantendrá un espacio continuo peatonal de 2 metros mínimo de anchura de hormigón lavado y de 3 metros de asfalto. Este sistema ha permitido conseguir una mayor anchura de la vía, gracias también al desplazamiento de un muro del complejo deportivo y tras levantar un muro de contención junto al colegio El Redín. En esta zona, queda por terminar unos trabajos de pavimentación junto al acceso al complejo deportivo. Es por ello que la vía todavía no se ha abierto al tráfico. La intervención incluirá la instalación de mobiliario urbano: bancos de madera con reposabrazos y bancos corridos con acabado de hormigón pulido, además de aparcabicicletas en la entrada de las piscinas.
Las obras en torno a la gran plaza del hórreo también han concluido ya, a falta de instalar los juegos infantiles que harán de éste un espacio más amable. La plaza recoge el camino transversal de 4,5 metros, que conecta la ciudad de este a oeste (entre Rochapea, Aranzadi y Txantrea), acogiendo el tránsito peatonal y ciclista, desde la pasarela en la calle Errotazar, junto al Museo de Educación Ambiental, hasta Alemanes. Las obras han permitido también concluir el camino y el alumbrado alrededor del bosque de crecida. Asimismo, se ha reformado la zona de entrada de agua en momentos de crecida.
Todo el parque se ha proyectado con un nuevo drenaje sostenible, que permite la eliminación de sumideros y tubos que redirigen el agua por el subsuelo, por un sistema en el que es el propio terreno el que absorbe y filtra el agua redirigiéndola hacia el río de una forma más amable, evitando la concentración de la entrada de agua en un único punto, sino distribuyéndola por todo el trazado. Además, se está procediendo a plantar especies de bajo mantenimiento, abogando por un parque sostenible, con menos necesidades de riego.
Las obras de esta segunda fase suponen una inversión de 2,32 millones de euros (IVA no incluido) y se suman a los trabajos realizados en una primera fase en 2013. De hecho, este proyecto comenzó su andadura en 2008 con un concurso de ideas, requirió una primera fase de intervención que incluyó, entre otros trabajos, el derribo de edificaciones fuera de ordenación y el trabajo sobre el semicírculo más cercano al río (orla de huertas, orla de ribera, bosque de crecida) y los viales-caminos internos. Ahora se actúa sobre otros viales de conexión y sobre la zona interior del meandro.
El Ayuntamiento de Pamplona ha solicitado ayudas para esta obra dentro de la segunda convocatoria del ‘Programa de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano’ dentro del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El importe de la subvención, que todavía no se ha resuelto, podría alcanzar los 2 millones de euros.