Los responsables del restaurante Kabo, de Pamplona, han sufrido durante las presentes fiestas de San Fermín "uno de los peores episodios desde que empezamos con esta aventura", explica Jaione Aizpurua, dueña del establecimiento situado en la Avenida de Zaragoza, junto a Aarón Ortiz.
En lo que va de Sanfermines, Kabo ha soportado casi un centenar de reservas falsas, que sospechan que habrían sido promovidas por una misma o mismas personas que les ha causado un gran perjuicio económico y también moral. "No sabemos quién puede estar detrás, pero es algo premeditado", asevera Jaione.
En un comunicado que han lanzado en las redes sociales, los dueños del establecimiento explican que "alguien se ha dedicado a efectuar reservas falsas en nuestro restaurante con tarjetas de crédito sin fondos, emails y teléfonos que no existen o empleando nombres de forma fraudulenta".
Teléfonos que no existen
El comunicado prosigue indicando que "durante semanas hemos estado rechazando reservas porque estábamos completos para San Fermín, pero cuál ha sido nuestra sorpresa cuando, al llegar el día, todas y cada una de las reservas que teníamos o se cancelaban o no aparecían. Al llamar nos encontrábamos con teléfonos que no existían, personas que no sabían de lo que les estábamos hablando ya que no habían realizado ninguna reserva o tarjetas sin fondo", señalan.
Según comenta Jaione, "al tratarse de las fiestas de San Fermín, el primer día no le dimos importancia y pensamos que se trataba de gente que se había quedado dormida tras el chupinazo o de personas que habían perdido la noción del tiempo y llegaban tarde. Pero no, todo había sido perfectamente orquestado".
Al respecto, aseguran que se trata de "una situación que no solo es un duro golpe emocional para todo el equipo, sino también un duro golpe económico y ante la cual todos los hosteleros nos sentimos tremendamente desprotegidos", denuncian, para finalizar agradeciendo "todo el apoyo recibido estos días desde que publicamos nuestros primer comunicado, así como a todas las personas que sí han decidido celebrar San Fermín con nosotros. Esto solo es una pequeña piedra en el camino".
Denuncia policial
Jaione afirma que están valorando presentar una denuncia en la Policía porque “tenemos necesidad de saber quién está detrás de todo esto”. Calculan que el perjuicio económico “puede rondar los 8.000 euros por reservas que no se llegaron a cumplir”.
Ante esta tesitura, los dueños del Kabo también se están planteando modificar el sistema de reservas, de tal modo que al realizarla se cobre un porcentaje por adelantado. “En el sector todo el mundo lo entiende y nos apoya. Hay otros muchos sectores en los que si haces una reserva y luego no acudes, como en hoteles, pierdes ese dinero. Sería razonable que también ocurriese igual en la hostelería”, finaliza Jaione.